Que completamente borrado se vio el junior Verde, José Couttolenc, en el “magno evento” en Ecatepec, en el que el ex gobernador priista mexiquense Eruviel Ávila mostró músculo político en su cantada transferencia al PVEM mexiquense. Resulta que el senador agradeció a Manuel Velasco, ex mandatario chiapaneco, quien por lo que se ve fue quien operó el gran fichaje mexiquense. Y el pajarito, presunto líder mexiquense, pues como el chinito, y la lectura general -dados los hechos- es que lo chamaquearon.
Que sin embargo, mediáticamente, no fue el mejor día para el anuncio pues los reflectores jalaron hacia los apasionantes diarios íntimos en el caso del ex alcalde de Toluca, Raymundo Martínez, que metido en serios líos jurídicos transcurrió una audiencia inicial en el que de manera directa o indirecta salieron a relucir nombres políticos de peso. Hasta de neoecologistas, dicen.
Que en ese tema hubo ayer un movimiento que sorprendió a propios y extraños: el ex prófugo ex alcalde invocó como elemento de defensa el testimonio ¡de sus propios acusadores! Para los especialistas jurídicos es un indicio de que el asunto puede llegar a un buen acuerdo antes que un peor pleito, lo que involucraría muchos recursos, pero además dejaría raspados políticamente a quienes salieron en defensa de las hasta hoy víctimas.
Que ya se anuncian los cierres y decisiones acerca de la entrega de la Presea Estado de México, que como se sabe es el máximo reconocimiento contemplado en la Ley del Mérito Civil de la entidad en las muy diversas áreas del quehacer ciudadano. Será la primera vez que el tema esté en manos de la 4T y reviste especial importancia tratándose del segundo siglo de fundación del estado mexiquense como se considera en la actualidad. Hay mucha expectativa por saber si las cosas han cambiado de manera tangible.
Que la Secretaría de Educación del Estado de México precisó que uso del cubrebocas en las escuelas mexiquenses es solo una recomendación tras el aumento de casos covid19 en este inicio del 2024, por lo que no es obligatorio su portación en las clases, y que cada escuela decidirá si lo implementa o no. Mientras tanto la Secretaría de Salud al parecer no se decide a decir “esta boca –cubierta- es mía”. A ver.