Que muy contento anda el dirigente del Partido Verde en el Estado de México, José Couttolenc, por sus flamantes reclutamientos de ex priistas, ahora en Ecatepec. La nueva oleada de camaleones, todos afines al senador Eruviel Ávila, está encabezada por sus incondicionales Indalecio Ríos y Erasto Martínez, además de actuales ediles como María Elena Rivero, Uziel Torres, y Sandra Martínez, entre otros, que advierten el objetivo de "arrasar en las próximas elecciones"
No son pocos los que avizoran que el joven "pajarito" puede ser una especie amenazada, y termine escuchando las golondrinas ahogado por deslumbrarse con el Río de Luz. Y es que de colmillo a colmillo no aventaja al ex gobernador, quien por cierto por ahora no estuvo en el anuncio, pero ni falta que hizo; su avanzada lo dice todo.
Que como otro logro sevillano, con esta jugada el PRI mexiquense está prácticamente pulverizado en Ecatepec, tierra que será disputada como nunca. El tercer factor que representan los neoecologistas pone aún más de pronóstico reservado en qué terminará el encontronazo de la diputada Azucena Cisneros y el actual alcalde Fernando Vilchis, presunto aspirante a senador que sorprende también al extender sus redes más allá del municipio, financiando cabezas de playa en otros hasta del Valle de Toluca.
Que por cierto, para quien quiera seguir los vínculos en cuestión, la definición más precisa de un "tapado" puede materializarse en Metepec, donde muy sutilmente se está posicionando Óscar Ruiz, distanciado ex operador de su tocayo González Yáñez. Se la ha pasado sacando sus mejores pasos para ganarse al respetable público, baile tras baile que organiza y ofrece gratuitamente a la población, y esta cada vez lo ve con mejores ojos. El 2024, ya se sabe, está a la vuelta de la esquina y dicen que en la política no hay sorpresas, solo hay sorprendidos.
Que a un par de semanas de hacer la entrega oficial del Informe de las Cuenta Pública 2022, la titular del Osfem, Miroslava Carrillo, consideró que si los Órganos Internos de Control hicieran su trabajo se avanzaría más rápido, pero reconoce que en algunos casos "no tienen las condiciones, porque les cierran la llave, sin recursos ni personal"
Reiteró que la fiscalización se pervierte en una cadena de favores y complicidades revestidas de lealtad, pues quienes deberían vigilar les duele sancionar a quien les dió chamba y los puso en el cargo.
