Que “a toro pasado”, pero como para no dejar la cuestión mexiquense en el aire, la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) confirmó, por unanimidad de votos, las sentencias del Tribunal Electoral del Estado de México (TEEM), sobre la responsabilidad indirecta del PRI y Alejandra del Moral por la participación de tres presidentes municipales en eventos de precampaña. A como están las cosas, sonó a rudeza innecesaria.
Para el anecdotario, los alcaldes que incurrieron en falta fueron de Villa del Carbón, Ernesto Villa Torres; de Hueypoxtla, Diego Vargas Colín y de Teotihuacán, Mario Paredes de la Torre, “por no actuar de manera neutral, imparcial y equitativa”, es decir, en lugar de ponerse a trabajar por sus gobernados andaban matraca en mano en los mítines.
Alguien está muy interesado en establecer la narrativa de que se había dejado sola a Del Moral, pero eso sí, si la acompañaban había jalón de orejas. Cosas de la política.
Que en más de las repercusiones poselectorales, está claro de que para la futura administración estatal que encabezará Delfina Gómez son tiempos de “armar su equipo”. A ver cómo les va a algunos que, a las calladas y desde la tienda de enfrente, echaron toda la carne al asador de la 4T. Pronto se aclararán los “sospechosismos” una vez que se detalle la distribución de los cargos grandes, medianos y hasta los premios de consolación.
Que al respecto, una tranquilizadora palmada en la espalda les ha dado Francisco Vázquez, representante de Morena ante el Instituto Electoral del Estado de México (IEEM), quien señaló que la integración del próximo gabinete será sin cacería de brujas, despidos masivos, ni limpias generalizadas, “sino rescatando todo lo valioso de este gobierno”.
Eso sí, dejó claro que no habrá un gobierno de coalición “pero sí será necesaria mucha gente”, es decir, que no estarán en puestos clave pero no se descarta que militantes de los tres alegres compadres, PRI, PAN y PRD, quizá de estatus político o administrativo intermedio o alto, verán sus quincenas pintadas de guinda. Al tiempo.
