Que a Alejandra del Moral está rindiéndole frutos la estrategia de “alertar” a la población de los riesgos morenistas, partido que, afirma aquí y allá “todo lo destruye”. En una entidad donde evidentemente ha habido numerosos damnificados por las decisiones del gobierno federal, hay campo fértil que le puede dar buena cosecha del voto resentido.
Hoy, por ejemplo, se reunirá con las mamás que perdieron la oportunidad de las estancias infantiles, mismas que les permitían la tranquilidad de tener a sus hijos a buen resguardo y de esa manera poder trabajar para buscar el sustento. Está claro que buscarán otros sectores similares para jalarlos a su causa.
Que sin embargo, en el búnker de Delfina Gómez sigue respirándose un ambiente confiado y tratando de no perder el enfoque. Por lo pronto, aunque algunos lo vean como simple trámite, están a todo vapor “entrenando” a la candidata para tratar de que salga del segundo debate sin despeinarse.
Está claro que la maestra tiene conocimiento y experiencia, pero no terminan de pulir su retórica y capacidad expresiva que refleje lo que trae en su arsenal. No es lo suyo, y lo saben. Sin embargo, dicen en su equipo, sus cuentas le dan hasta para perder un par de puntos en dicho encuentro sin que le resulte catastrófico.
Que la autoridad electoral sigue haciendo su chamba. No ha dejado rendijas que las competidoras y sus equipos puedan aprovechar para la descalificación. Ayer, con éxito, el IEEM llevó a cabo el primer simulacro del Programa de Resultados Electorales Preliminares, el famoso PREP y, políticamente correctísimos, los organizadores previeron que los números dieran empate. El ensayo era sobre la operación, no sobre la posible votación, eso queda claro.
Por su parte, también en coordinación, el INE y el IEEM llevarán a cabo la tan anunciada primera votación desde los penales. Ahí no hay simulacro, será real, y estos sufragios válidos también serán parte de estos comicios que están destinados a quedar para la historia.
