Que el presidente municipal de Pachuca, recibió ayer a la dirigente de Antorcha Campesina, Guadalupe Orona, y a una comitiva de la organización, quienes solicitan apoyos en mejora de servicios para sus colonias, así como seguridad y que se les apoye en gestiones ante gobierno del estado. El que no fue requerido, y se supone es aliado de la profesora Orona, es el regidor Ricardo Crespo quien anda misteriosamente planeando su candidatura a diputado local y por eso no quiere salir en la foto.
Que hablando de los antorchistas, los de abajo, los que sí sufren, siguen padeciendo la falta de salario desde hace meses en el bachillerato Coronel Nicolás Romero, plantel que sigue a la espera de ser federalizado, que fue creado por la Antorcha Hidalguense con la promesa de tener educación para los habitantes de la zona y que todo ha sido bloqueado por los pleitos políticos de los líderes con gobiernos de todos los niveles. Y los que pagan son maestros, estudiantes y padres de familia. ¿Y las becas que les prometieron?
Que la que anda buscando hasta por debajo de las piedras las faltas de la anterior administración es la presidenta municipal de Tizayuca, Susana Ángeles, quien ya informó del presunto desfalco en la Comisión de Agua, por lo que se espera el inicio de una investigación y proceso para sancionar a los culpables del gobierno del ex edil priista Gabriel García Rojas. Dicen que también hay otro proceso en ciernes para sacar a la luz supuestos desvíos en permisos de construcción, lo que detonaría ya en un proceso estatal.
Que los empresarios de Pachuca y la zona metropolitana piden mano dura en contra de los locatarios o dueños de bares, cantinas y restaurantes que siguen operando de forma clandestina con fiestas organizadas por particulares que les rentan el espacio. En una reunión virtual próxima a realizarse se pedirá que sea gobierno del estado quien sancione y se les retire la licencia de forma definitiva sin opciones de renovación, así como se les boletine para no permitirles funcionar más como giro comercial por atentar contra la salud pública en plena contingencia sanitaria.