Que en el ayuntamiento de León se nota que las cosas empiezan a hacerse de una manera ordenada y transparente, primero aprobando en tiempo récord el Programa de Gobierno, tres meses antes del plazo marcado por la ley y luego alineando el presupuesto a este programa de gobierno.
Así, siendo la seguridad uno de los principales reclamos de los leoneses, por primera vez en la historia de la ciudad se le destinará el 46 por ciento del gasto operativo a la seguridad lo que se traduce en una inversión sin precedente de 2 mil 215 millones de pesos, para atender el eje de “Vivir Tranquilo”.
Que todo ese dinero irá a parar a la Secretaría de Seguridad, Prevención y Protección Ciudadana, que encabeza Mario Bravo Arrona y quien a partir de enero de 2022 no tendrá excusa al menos por recursos para dar buenos resultados al frente de la dependencia que le toca dirigir, por lo que la exigencia será mucho mayor.
Tomando en cuenta claro que no solo recibirá recursos propios sino también los provenientes del estado y de la Federación que terminarán por convertir en una súper secretaría a la SSPPC y se espera que el futuro del Bravo Arrona dependa de los resultados.
Que en el caso del proyecto de infraestructura hidráulica para Guanajuato pasó de ser solo la preocupación de la ciudad de León, a uno que pretende sentar las bases para el mejor aprovechamiento del recurso hídrico que permitirá dejar de lado la sobreexplotación de los mantos freáticos que cada año se abaten aún más.
Claro que el plan completo que será presentado en enero al Presidente López Obrador requiere de una cantidad enorme de recursos imposibles de pagar por parte del estado con lo que se espera que el Plan B no sólo tenga la bendición del Ejecutivo sino también el dinero necesario para llevarlo a cabo.
