Que ayer Ernesto Prieto, quien hasta ayer fuera coordinador de la bancada de Morena en el Congreso del Estado de Guanajuato, publicó un video en el que daba a conocer que dejaba la coordinación de fracción parlamentaria por irse a buscar un encargo en la renovación de la dirigencia nacional de su partido, para lo cual se emitió una convocatoria en la que los diputados elegirían al nuevo pastor del rebaño de la 4T.
Lo que nos cuentan es que a Prieto Gallardo le dieron sus compañeros de partido una salida decorosa, pues en la convocatoria emitida también participaba para continuar al frente de la bancada pero perdió por lo que no fue una decisión voluntaria del legislador. En su lugar queda Raúl Márquez Albo.
Que cómo estarían las cosas en la bancada que en la elección para coordinador de los morenos intervino un notario público y hasta una persona de la Comisión de Honestidad y Justicia del partido para dar fe de que el proceso era limpio y sin triquiñuelas, cosa que no es común en una designación de quien estará coordinando los esfuerzos de una bancada.
Es cierto, no hubo cuartelazo, pero las inconformidades con la manera de conducirse del legislador iban a más, incluso se sabe que había un distanciamiento muy serio con la dirigencia del partido que hoy encabeza en Guanajuato, Alma Alcaraz, por lo que era necesario tender puentes.
Que ayer al Ayuntamiento de León presumió números de sus ahorros en gastos que podrían considerarse como superfluos en un informe de gobierno como alimentos, mobiliario, equipamiento ,recinto, impresiones y escenografía para foto por un monto total de 263 mil pesos por parte de la secretaría particular.
Mientras que en lo que respecta a comunicación social se ahorraron casi 2 millones de pesos el ahorro más alto fue en producción productos publicitarios por un millón de pesos, no es que seamos mal pensados, pero los ahorros reportados ¿no se deberán a pagos justos? Sería interesante si los consumos anteriores estaban en dimensión real ¿no cree?