Que lo que parecía un asunto planchado de origen, al final se complicó y llevó la votación para elegir al nuevo fiscal de Guanajuato a una segunda ronda, que por unos momentos amenazaba con caerse ante la exigencia de Morena de pasar la bolita de la designación a la gobernadora Libia García.
Y es que el dictamen de idoneidad de los tres aspirantes fue votado como se esperaba: 11 abstenciones y 25 votos a favor. Posteriormente todo parecía ser que a la hora de sufragar en lo individual por cada uno de los perfiles la lógica indicaba que Gerardo Vázquez recibiría los 25 votos aprobando su designación pero no fue así.
Que la votación se dividió; Morena se mantuvo en la abstención, mientras que los aspirantes Zucé Hernández e Israel Aguado recibieron un voto cada uno, lo que descuadró la quiniela dejando al actual fiscal con 23 votos, uno menos para alcanzar la mayoría calificada requerida para su nombramiento.
Hay dos versiones: una que dos diputados rebeldes se salieron del redil, es decir decidieron jugar por la libre y aunque no nos cuentan de qué fracción fueron, lo que sí nos dicen es que no salieron ni del PRI, Verde o PT, que fueron los que propusieron al hoy fiscal, así que solo quedan PAN o MC.
Que otra versión es que se trató de una estrategia para descarrilar a la bancada de la 4T en el argumento de que todo estaba planchado, pues la votación para que Gerardo Vázquez Alatriste llegara a la Fiscalía de Guanajuato salió como aquí se lo adelantamos el pasado 31 de enero, en donde la bancada naranja era la única que faltaba sumarse.
Lo que hay que destacar es que al final el proceso salió en tiempo y forma conforme a lo acordado en la Junta de Coordinación Política donde participan todas las representaciones parlamentarias y no se llegó al extremo de cargar el costo político (si lo hubiera) de la designación a la titular del Poder Ejecutivo.