El 22 de octubre por la noche se estrenó en la Cineteca Nacional, en la Ciudad de México, el documental “Un México Perro. Un héroe verdadero”, de los directores Rafael Aparicio y Andrés Klímek.
Un año y medio después de estar listo por fin vio la luz el filme que habla de una de las leyendas más grandes de la lucha libre en México: el Perro Aguayo, el can de Nochistlán.
El documental aborda su vida dentro la lucha libre, la relación con sus rivales, sus amigos de la infancia y cómo era con su familia en el terreno personal, aspecto que muy pocos conocen.
Un acierto de la cinta es que no habla del Perro Aguayo como alguien que ya no está entre nosotros sino que los mismos luchadores hablan de él en presente, saludándolo, como si se volvieran a encontrar después de mucho tiempo, como si el gran Perro Aguayo aún siguiera con vida y sus rivales recordaran junto a él los momentos que los marcaron en el rudo deporte de la lucha libre.
Así desfilan por el documental Canek, Konan, el Villano IV, el Villano V, Rey Mysterio Jr, Universo 2000, Cien Caras, Sangre Chicana, L.A. Park, Carístico, Gran Hamada, Ayako Hamada, el cronista deportivo Arturo “el rudo” Rivera y el periodista Javier Solórzano.
Como en la lucha libre el filme está dividido en tres caídas, el momento en que sus compañeros y rivales hablan con él, la pérdida del hijo del Perro Aguayo y su etapa como padre de familia.
La hora y cuatro minutos que dura el documental se acompaña con música original, hay desde un corrido, un bolero, un rap y hasta una cumbia que encajan perfectamente en cada momento de la cinta.Como lo hiciera el Perro Aguayo con su característico castigo: la lanza, los directores le aplican una a los espectadores cuando se habla de la muerte del hijo del Perro Aguayo. Se hace un nudo en la garganta a punto de las lágrimas.
En esa parte la familia del luchador habla de cómo Pedro Aguayo Damián se cuestiona que debió
apoyar aún más a su hijo, del reclamo a la lucha libre por habérselo arrebatado en plenitud y de su valor como ser humano al pedir que se apoyara a Rey Mysterio Jr ante el trago amargo que estaban viviendo. Cada uno de los luchadores habla de los momentos que vivió a lado del can de Nochistlán, de las victorias, de las derrotas, de los tiempos vividos juntos, de la grandeza humana del Perro Aguayo y muestran eso que muy pocos gladiadores alcanzan en el deporte espectáculo: respeto.
Alcanzó los estatus más importantes de la lucha libre en México, el ser estrella, figura, un ídolo para los aficionados y el más importante al que aspira un luchador y que lo coloca en la inmortalidad: leyenda. El verdadero valor de “Un México Perro, Un héroe Verdadero” se encuentra en el tercer acto del documental cuando una de sus hijas dice que el más grande éxito del perro Aguayo es su familia.
Cuachara Luchagor
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