La semana pasada tuve el honor de formar parte de la representación del Congreso de la Unión ante el Parlamento Latinoamericano y Caribeño.
El Parlamento Latinoamericano y Caribeño o Parlatino, como también se le conoce, es una organización regional integrada por los órganos legislativos de los países de América Latina y el Caribe.
El Parlatino tiene como principios la defensa de la democracia, la integración latinoamericana, la no intervención, la autodeterminación de los pueblos, la pluralidad ideológica y política, la igualdad jurídica de los estados, la condena a la amenaza y el uso de la fuerza contra la independencia de los países latinoamericanos, la solución pacífica y justa y negociada de los conflictos internacionales y la prevalencia del derecho internacional en las relaciones entre países.
Algunos de los propósitos del Parlatino son los referentes al fomento del desarrollo económico y social de Latinoamérica, defender la vigencia de la libertad, la justicia social, la independencia y el ejercicio de la democracia, velar por respeto a los derechos humanos en Latinoamérica, contribuir a la afirmación de la paz, la seguridad y el orden jurídico internacionales y condenar la política de la fuerza en los países latinoamericanos.
En este contexto, mi participación en el Parlatino se dio en la Comisión de derechos humanos, justicia y políticas carcelarias. En la sesión de esta comisión se trataron temas relativos a los derechos sexuales y reproductivos de la mujer, derechos migratorios por la migración climática, prevención y erradicación de la trata de personas, el uso de los celulares dentro del sistema carcelario, el derecho a la educación y el trabajo para las personas privadas de la libertad.
Sin duda cada, uno de los temas tratados tiene una gran relevancia en la realidad social de Latinoamérica, en las distintas pláticas se pudo apreciar que los problemas sociales del continente son comunes a todos los países y las diferencias se encuentran acorde a la realidad social de cada país. En el futuro, en la Comisión de derechos humanos, justicia y políticas carcelarias tendremos acuerdos que redunden en una mejor forma para abordar estos problemas y, otros más, en América Latina. A los países latinoamericanos nos unen raíces comunes, un mismo idioma, costumbres y un sistema de valores muy similar, es justo para todos los habitantes de Latinoamérica que quienes tenemos el alto honor de representar a nuestros países en el Parlatino trabajemos para contribuir a mejorar la calidad de vida de todos los habitantes de la región.
Una realidad es que muchos de los problemas que nos aquejan tienen un alcance regional, lo que significa que debemos buscar y encontrar soluciones que impacten a toda la región para realmente lograr una mejor vida para todos.