Baila al ritmo que le pongan y es un apasionado del alpinismo desde que tenía 17 años. Así se define Américo Villarreal Anaya, quien la madrugada de ayer fue confirmado por Morena como el candidato de la alianza Juntos Haremos Historia a la gubernatura de Tamaulipas.
En una entrevista que le hicimos hace poco más de dos años para conocer su lado humano, dijo disfrutar la sensación que produce llegar a la cima por la belleza de los volcanes y montañas.
Su siguiente reto es escalar hacia la gubernatura del estado frente a un PAN que no se muestra dispuesto a ser expulsado del poder y para ello no le importó aliarse con su enemigo histórico, el PRI.
Hijo del ex gobernador Américo Villarreal Guerra, el senador es el mayor de cinco hermanos. La familia llegó a la Ciudad de México cuando él tenía tres años de edad porque su padre se fue a trabajar a la entonces Secretaría de Agricultura y Recursos Hidráulicos.
De chico siempre quiso saber cómo funciona el cuerpo humano. Estudió medicina porque a través de esa ciencia se ayuda a vencer enfermedades. Sus especialidades son medicina interna y cardiología.
Empieza a gustarle la política en las prolongadas sobremesas de los fines de semana con su padre.
Tenía 30 años cuando su progenitor fue gobernador y regresó a Ciudad Victoria a los 33. Desde entonces ahí vive y trabajó como médico del Hospital General, jefe de cuidados intensivos coronarios y luego director de esa institución.
Más tarde fue nombrado subsecretario de Salud en administraciones estatales, entonces del PRI, partido en el que militó su padre.
Dice que en su tiempo libre lee información científica y ciencia ficción, pero procura la convivencia con sus nietos y le gusta mucho bailar.
Lo que le pongan, agarra el ritmo y hasta canta, comentó en aquella entrevista. Hoy llegó a la meta de obtener la postulación de su partido para buscar la segunda alternancia en Tamaulipas y con ello hacer historia. ¿Lo logrará? _