“Alrededor de las 2:43 de la mañana del pasado 14 de diciembre (de 2015), cuando la alborada daba la bienvenida a la luz de la mañana, Dios preparó el momento y el corazón de millones de fieles, manifestando Dios en un acto soberano el nombre de quien era su elegido, el que ha de dirigir la Iglesia de Cristo, el inicio de una nueva era; su nombre fue conocido por todos, es el Apóstol de Jesucristo, hermano Naasón Joaquín García. Posteriormente a esta manifestación de Dios, el Apóstol de Jesucristo Naasón Joaquín García tomó su ministerio y elevó una oración fervorosa a Dios, junto con la Iglesia presente y los millones de fieles, que seguían la transmisión en 50 países de los cinco continentes”.
Así se cuenta en la Luz del Mundo, organización religiosa con sede en Guadalajara, cómo es que ese señor llegó a ser líder de la organización. Nombramiento directo de Dios. Pues sí, como con el delincuente/monstruo Maciel y cientos de otros en todas partes del mundo, Dios se volvió a equivocar. Hoy el elegido será sentenciado por abuso sexual después de haberse declarado culpable en una corte de California.
Hace unos años, cuando El Bronco fue a rendirle homenaje a Guadalajara y después cuando Martí Batres lo acompañó en Bellas Artes, escribí un párrafo que me trajo algunas quejas y líos con sus devotos: “Tengo como principio que alguien que en estos tiempos se dice designado directamente por Dios —cualquier dios— es de temer. La historia reciente de la humanidad tiene suficientes ejemplos de cómo esas cosas tienden a no terminar bien”.
Pues bien. El elegido por Dios —según él— pasará un tiempo en prisión. Tal vez menos que el que merecía gracias a un acuerdo con la fiscalía, pero ya se dijo culpable y hoy tendrá que volver a decirlo. Al menos un depredador sexual menos en las calles mexicanas y, mejor, uno que se decía ser elegido por Dios para hacer sus chingaderas. Pues sí, una vez más eso de que Dios dijo cosas no terminó bien.
Ayer los que se llaman obispos de la Luz del Mundo dijeron que la verdad es que el señor Naasón no hizo nada, pero que hubiera sido un juicio injusto, “un espectáculo sesgado que sometería a su familia y a la Iglesia a semanas de acoso y acusaciones denigrantes. El apóstol con renuencia llegó a una conclusión y tomó una decisión.
Confiando en que la Iglesia lo comprenderá”.
Todavía le dicen apóstol… o sea, se creen eso de que Dios lo eligió. Mal por Dios, pienso yo.
Carlos Puig
@puigcarlos