Todo político promete. De eso se trata, así se asciende en el conocimiento entre la ciudadanía y en la popularidad, así se ganan elecciones.
En un mitin, en una manifestación, en una entrevista con la prensa, en algún documento de “principios” no hay nada más sencillo que prometer cosas. Más cuando hay una ciudadanía ávida de que las cosas mejoren, que no está contenta. Algún ex candidato triunfador, usted seguramente recuerda quién, firmaba promesas ante notario.
El problema es que gobernar es complicado. Muy. Y llega el momento en que hay que cumplir esas promesas.
Quienes hoy nos gobiernan han sido, cada vez más, atrapados por esas promesas. Para la presidenta Sheinbaum, las cosas se complican porque bajo este concepto de “movimiento” tiene que cumplir no solo las suyas, sino las de aquel movimiento que lleva muchos años, primero en la oposición y hace casi siete años en el poder.
Buen ejemplo el de la CNTE, que tiene desquiciada a Ciudad de México desde hace varios días.
Se divierten —es un decir— muchos en redes recordando cómo las peticiones de la Coordinadora sobre las pensiones de los maestros eran parte del “movimiento” no hace muchos años. Y cómo el movimiento les prometió arreglarlo, cosa que ya lo ha dicho con claridad la Presidenta: pues no se puede. Pero nos lo prometieron… pues no se puede. Ambos lados llaman al otro: “conservadores”. ¿Cómo terminará eso?
Vaya usted a saber. Hoy no parece bien y la afectación a estudiantes, de lo que a veces nos olvidamos por lo que sucede en CdMx, aumenta cada día.
Le fue muy fácil a López Obrador, en un acto de venganza, mandar una reforma al Poder Judicial, una que en términos reales lo destruye y lo convierte en otra cosa, una que poco tiene que ver con lo que el país requiere o lo prometido. La Presidenta, ni modo, en campaña y parte del “movimiento” promete llevarla a cabo y ahora pues tenemos lo que tenemos y eso que aún no vemos los “resultados” —no se ría— de ese nuevo poder. ¿Qué dirá la ciudadanía cuando la justicia, como sucederá, tenga peores resultados?
Y así veremos con los trenes y algunos de los programas sociales… porque Claudia no solo heredó la popularidad y el partido, también las promesas y esas… pues no están fáciles de cumplir, algunas, de hecho, imposibles.
