Alejandro Encinas renunció a su posición como subsecretario de Gobernación para, según dijo, unirse al equipo de Claudia Sheinbaum en su campaña para llegar a la Presidencia de la República en las elecciones del próximo año.
Pero ahora sí que como diría su jefe Andrés Manuel López Obrador, lo que importa del anuncio de ayer es que renuncia a sus encargos. El cargo, ¿qué? Dicen en la 4T.
No eran pocos y, sobre todo, eran muy importantes sus encargos para la construcción de otro futuro en términos de derechos humanos y un país de paz.
Se dirá que Encinas se va porque había topado con los militares y con la elección de 2024. Tal vez simplemente topó con sus inexistentes ganas de pelearse, ni siquiera discutir nunca, con su amigo Andrés Manuel.
Un encargo fundamental de Encinas tenía que ver con la crisis de desaparecidos en México. Con Karla Quintana, la Comisión Nacional de Búsqueda llevaba años trabajando desde varios ángulos —el legal, el forense, el presupuestal, el de acompañamiento— para al menos poner orden en lo que desde hace años es una tragedia. Pero son tiempos electorales y los números de las bases de datos —ciertamente inexactos, pero nadie sabe si para más o menos— no ayudan a hacer campaña. El Presidente inventó un nuevo método para contarlos a la baja, Karla Quintana renunció, Encinas no dijo nada. La tragedia sigue.
Bajo su subsecretaría están la Covaj, que se dedica a intentar dilucidar lo sucedido en Ayotzinapa, y el MEH, el mecanismo por el que se investigan los abusos de derechos humanos entre 1965 y 1990. En ambos casos, los integrantes de esas comisiones y Encinas toparon con el Ejército. Vaya, a Encinas lo espiaron los verdes.
En el caso de la noche de Iguala, el Ejército dijo que no a la entrega de muchos documentos y reportes que muestran todo lo que sabían de la actividad de la delincuencia en la zona y lo que sucedió esa noche. El enfrentamiento terminó con los familiares y sus representantes manifestándose frente a la Sedena y el Presidente, sí, él dirigiendo personalmente la investigación, como lo dijo en una mañanera… Encinas ya no tenía lugar. Horas antes de la renuncia publicó un par de documentos y reiteró que el Ejército sabía todo esa noche.
Parece un acto final con pretensiones de heroísmo.
Algunos dirán que Encinas fue valiente frente a los verdes. Puede ser. Que irse es un acto de protesta. ¿Contra quién? Pregunto
La evaluación de un funcionario público se hace por resultados, no por intenciones.