Desde que dejó la presidencia de Estados Unidos a Donald Trump no le va tan bien. En su país, tanto el Congreso como en algunas fiscalías siguen las investigaciones en su contra por los eventos en el Capitolio y por asuntos de sus empresas.
Fuera de las redes sociales, su presencia se ha reducido más allá de que un numeroso bloque de fanáticos sigue creyendo en lo que diga y esperando que vuelva a competir por la Casa Blanca, aunque, viendo el panorama, varios republicanos ya comienzan a preparar campañas porque han visto un espacio para que Trump no llegue a la elección de 2024.
Será por eso que el expresidente estadunidense ha recurrido a un viejo cliente para entusiasmar a quienes asisten a verlo en sus concentraciones: el gobierno de México.
Le pasó primero a Peña Nieto cuando lo invitó a Palacio Nacional después de los insultos a mexicanos y aquello del muro. Horas después de la absurda reunión, Trump volvió a ser… Trump. Ahora le tocó a López Obrador y Marcelo Ebrard.
El discurso del sábado de Trump en un mitin para apoyar a su preferido a una candidatura al Senado no reveló nada que no supiéramos. En 2019, después de haber perdido el control de la Cámara de Diputados y mirando hacia la elección de 2020, Trump decidió volver a hacer de la migración y la frontera su tema de campaña. Las consecuencias fueron claras: México aceptó el programa Remain in Mexico y mandó a miles de soldados y elementos de la Guardia Nacional a la frontera sur a contener la migración centroamericana con los resultados y episodios de violencia que todos vimos. Y, por cierto, Trump nunca cumplió su único compromiso de mandar no sé cuántos millones de dólares a Centroamérica para apoyar el desarrollo de la región; es decir, el gobierno de López Obrador y su canciller hicieron lo que el gobierno estadunidense, y Trump en particular, quería. Igual que cuando Peña Nieto y su canciller Luis Videgaray lo recibieron como candidato en Palacio Nacional y así reanimar su primera campaña.
Y claro, pues Trump es Trump y vive en campaña y tal vez adorna un poco las conversaciones y así, pero en los hechos… pues sí, con relación a México las ha ganado todas. Y sí, seguiremos siendo su piñata mientras él quiera seguir siendo candidato y será él el que recoja los dulces.
@puigcarlos