Hace meses, cuando comenzó la pandemia, pocos habríamos imaginado que para el fin de año estaríamos alejados físicamente de nuestros seres queridos y con lugares vacíos que jamás volverán a ser ocupados.
El ánimo es diferente a cualquier otro año, pero a pesar del distanciamiento social, el confinamiento, los problemas o los nuevos picos del covid, es ahora cuando debemos tener más presente el sentido y la esperanza que estas fechas representan.
Sin duda alguna, esta Navidad es distinta a todas las anteriores y está muy alejada del anhelo que todos compartíamos para dejar atrás los momentos difíciles que llegaron junto con la pandemia.
Si algo hemos aprendido en este año, es a adaptarnos lo más rápido posible y, en muchos casos, a sacar lo mejor de nosotros mismos a pesar de tantas complicaciones. Así que, aunque no sea sencillo porque todos hemos perdido a alguien o algo, en vez de enfrascarnos en las dificultades, la tristeza o la añoranza, en estas fiestas decembrinas busquemos lo positivo que nos hace sonreír y tener esperanza.
Primero, se aprecia el hogar
Alrededor de ocho de cada 10 mexicanos festejarán la Navidad en casa y con quienes viven en ella, por lo que será un momento de mayor unión familiar, que servirá para estar con los seres queridos (Kantar-Business Insider, 10/12/20).
Nueve de cada 10 mexicanos piensan que este año nuevo será diferente. Algo que sí lo hace distinto, es que la gran mayoría lo celebrará con la familia y solo 12 por ciento con los amigos, mientras que el año pasado casi el 30 por ciento lo pasó con sus amistades.
Segundo, unidos a pesar de la distancia
Si algo nos dejó este año, ha sido un mayor uso de la tecnología para estar unidos y sentirnos cerca. Hay quienes pueden estar cansados de las reuniones virtuales, pero veámoslo como una oportunidad de convivir con los demás a pesar de estar separados físicamente, vivamos el presente y tomemos lo mejor de él.
Tercero, apreciemos lo que sí tenemos
Todos hemos perdido a alguien o algo, ya sean seres queridos, un empleo o momentos especiales que no llegaron debido a la pandemia, por eso, valoremos a quienes sí están cerca de nosotros y lo que sí tenemos, lo que hemos aprendido en este año y cómo hemos crecido, ya sea de manera voluntaria o involuntaria.
Esta Navidad será muy diferente y el año nuevo también lo será, tratemos de ver lo positivo y atesoremos cada instante especial porque si algo nos reafirmó el 2020, es que todos nuestros planes pueden cambiar de un día para otro y que lo único constante es el cambio, que hay que recordar los buenos momentos y a quienes han partido, al tiempo de estar en el presente y cuidarnos los unos a los otros, así como apoyar a quienes más lo necesiten, porque no sabemos qué pasará después.