Ciudad de México es la tercera urbe más congestionada en el mundo, después de Bogotá, Colombia y Río de Janeiro, Brasil (INRIX, Global Traffic Scorecard, 2019)
En promedio, cada habitante de CdMx pierde 158 horas en el tráfico al año (sin contar cuando no está congestionado), es decir, desaprovecha poco más de seis días y medio de su tiempo anualmente. En Guadalajara pierden 85 horas al año, en Toluca 73, en Monterrey 56 y en Puebla 46.
Si una persona en CdMx cruza de extremo a extremo la ciudad, se tarda en promedio más de cinco horas y media si lo hace en transporte público y alrededor de tres horas si lo hace en un vehículo privado sin pagar peaje (ONU Habitat, 07/09/18).
En nuestro país, el número de vehículos creció 3.5 veces más rápido que la población entre 1990 y 2015. En ese último año, 15 de las 20 principales urbes en México no invirtieron en transporte público (IMCO, 29/01/19).
Primero, cómo nos transportamos
De las más de 103 millones de personas que transitan diariamente en nuestro país, 55 por ciento utiliza el transporte público, 29% camina o usa la bicicleta y 16 por ciento se transporta en automóvil (Sedatu-Animal Político, 12/01/19).
En la Zona Metropolitana del Valle de México (ZMVM), en menos de tres por ciento de todos los viajes en automóvil van cuatro o más pasajeros, mientras que en 68 por ciento solo una persona (INEGI-Flores, Animal Político, 26/02/18).
Segundo, planear para el futuro
La población en las zonas urbanas de México seguirá creciendo, por lo que se espera que de 384 ciudades en 2010 pasemos a 961 en 2030, que será en donde vivirán ocho de cada 10 mexicanos (ONU Habitat, 20/06/17).
Si no cambiamos el modelo de movilidad, en el que se le da preferencia a los automóviles, no solo será sumamente dañino para el medio ambiente, sino que aumentará la desigualdad y bajará la calidad de vida de la población, principalmente, de quienes menos tienen.
Tercero, la desigualdad
En promedio, cada familia mexicana que vive en zonas urbanas destina dos de cada 10 pesos de su gasto total en transporte, aunque puede llegar a ser más alto, restándoles oportunidades, ya que son recursos que dejan de usar en alimentación o en educación (IMCO, 2019).
Quienes viven en las zonas más apartadas de las ciudades, utilizan un transporte público menos estructurado, lo que les representa mayores riesgos. En el Valle de México, más de seis millones de personas viajan al día en microbús, que es más inseguro ya que la probabilidad de que una persona o su familiar sufra un delito es de 80 por ciento (Flores e IMCO, 26/03/19).
Una movilidad sostenible, segura y eficiente, genera enormes beneficios porque no solo reduce los tiempos de traslado y la seguridad, sino que también mejora la calidad de vida de las personas, aumenta las oportunidades para quienes menos tienen y ayuda a tener una sociedad más incluyente.