Cuando salieron al mercado los dispositivos Palm -precursores de los smartphones y las tabletas- en 1992, el nombre fue lo más acertado que se pudo encontrar, ya que daba la posibilidad al usuario de contener una gran cantidad de información y aplicaciones en el espacio de la palma de la mano.
Hoy, buena parte de nuestra vida está respaldada o medida por apps -contracción en de la palabra aplicación, en inglés- que descargamos en nuestros teléfonos celulares y son de los recursos digitales más usados por las marcas para completar sus canales de venta.
Por medio de estos recursos tecnológicos es posible llevar un control de la salud y alimentación, agenda de trabajo, enviar mensajes a familiares y amigos, realizar video conferencias del trabajo o escuela, encontrar mejores rutas en medio del tráfico, ver películas, leer libros, pagar el agua, el teléfono, la luz, pagar los boletos del cine, solicitar comida a domicilio o transporte, casi todo puede ser gestionado o trackeado, lo que no, seguramente ya está en proceso.
El fenómeno es de la siguiente magnitud: según The Competitive Intelligence Unit (CIU), al 2021 existían en México 86.1 millones de usuarios activos de aplicaciones móviles y, de acuerdo con el estudio State of App Marketing in Latin America 2021 de AppAnnie y AppsFlyer, tan solo en el primer trimestre de ese año se registraron más de mil 240 millones de descargas de apps en el país.
A nivel mundial, en el primer cuatrimestre de 2022 (Sensor Tower), se registraron 37 mil millones de descargas, las aplicaciones más socorridas son de redes sociales -mayormente descargadas desde Google Play-; encabeza la lista TikTok, seguido de Instagram, Facebook y Whatsapp, dejando el claro el dominio de Meta en este sector.
A los adictos a Candy Crush les sorprenderá que este juego no aparece en los primeros sitios del ranking mundial, pero deben sentirse tranquilos ya que en una medición que hace Hootsuite en México aparece entre las cinco más descargadas en el sector de entretenimiento. Con todo, Sensor Tower señala que en juegos y aplicaciones financieras, así como en e-commerce se percibe una recuperación en las preferencias.
La tendencia de este fenómeno, sin duda, seguirá en aumento, apuntalada por la gratuidad de buena parte de las aplicaciones, sumada a la movilidad social reflejada en la gama de smartphones y la practicidad de la conexión a redes inalámbricas, lo que facilita la descarga.
Actualmente, el 63 por ciento del mercado de teléfonos celulares en México está estacionado en la gama media (de tres mil a 10 mil pesos) y la gama baja (menos de 3 mil pesos) va pronunciadamente en camino a la extinción.
En lo que respecta a la conexión, el 89 por ciento del tiempo que navegamos lo hacemos por medio de una red inalámbrica y solo el 11 por ciento restante, por medio de los datos del aparato móvil.
“Esta marcada proclividad al uso de la conectividad fija que opera sobre WiFi es atribuible a las crecientes necesidades de descarga de datos, de la expansión del uso de aplicaciones de streaming, de videollamadas para la comunicación, eEducación, eTrabajo, eCommerce, así como deriva de la oferta de mayores velocidades y capacidades de descarga de datos” apunta CIU.
Es claro que hoy el mundo está en el poder de tu palma.
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