Arriba nuevamente a las costas del Caribe y en cantidades importantes un alga parda que se conoce como sargazo, su nombre en latín “salix” significa sauce por contar con una estructura que parece tallo y otra raíz. El alga pertenece al género Sargassum.
Al margen del tallo el algaflota, cumpliendo su ciclo vital suspendida en el océano, y ocupando grandes extensiones que se conocen como “mats” o tapices de algas.
Este bosque flotante es a la vez un espacio fundamental para la vida marina ya que es hábitat y resguardo de múltiples organismos como son peces, invertebrados, crustáceos, moluscos, algas, etc., muchos de ellos parte de la cadena alimenticia y otros son recursos que la industria pesquera comercializa como ornato y alimentación
Quienes estudian al sargazo consideraron hace más de una década promover su conservación y restauración, ya que es un importante indicador de las condiciones del mar, así como espacio de conservación de la diversidad de las comunidades marinas, en consecuencia, alarma la pérdida de la función ecosistémica de los bosques de sargazo como mencionan los estudios de conabio-conanp-tnc-pronatura 2007.
Al margen de los beneficios que el sargazo brinda al ecosistema marino, al presentarse las arribazones masivas a playas del Caribe las molestias en comunidades cercanas se incrementan, considerándolas basura playera, con impacto visual negativo, y fétido olor, afectando al turismo y a la economía local. Los investigadores con bajo presupuesto y mucho entusiasmo investigan los motivos de estas arribazones del sargazo, algunos lo atribuyen al incremento de la temperatura del agua por el cambio climático, sumando el desagüe de aguas residuales con residuos agrícolas. Como vemos muchos de estos efectos son causados por la actividad humana, pero … ¿podemos aprovechar este abundante recurso?
El investigador de la UNAM Dr. Godínez Ortega considera que, con un manejo adecuado del alga, se puede extraer el ácido algínico para la industria alimentaria, así como etanol para biocombustibles, y utilizarla en productos cosméticos y médicos al margen del gran beneficio para la biodiversidad que ahí habita.
Es fundamental entonces, primero conocer más sobre la biología de esta alga y en consecuencia promover su manejo sostenible y aprovechamiento.
El sargazo no es basura, sino un recurso natural que alerta sobre el daño que ocasionamos al océano.