Cultura

Ken Loach y la xenofobia

  • La pantalla del siglo
  • Ken Loach y la xenofobia
  • Annemarie Meier

El realizador inglés Ken Loach le puso como título a su más reciente película el nombre de un pub en el noroeste de Inglaterra. La taberna El roble viejo (The Old Oak), que servirá de espacio central a su filme, nos recuerda la importancia que el árbol de roble tuvo en la mitología nórdica como símbolo de la eternidad, la fortaleza y fidelidad Debajo de un roble se reunían los sabios y los poderosos, se realizaban los juicios y se rendía culto al dios del trueno. En la película que ubica su trama en el año 2016 y el noroeste de Inglaterra, El viejo roble es el último pub del pueblo, lugar de reunión de los vecinos, hogar de los viejos solitarios y espacio de memoria y recuerdo de una época en la que la región con su mina de carbón era próspera y proveía de trabajo, vivienda y negocios a la población.

La maestría de Loach, quien a sus 87 años cuenta con una filmografía de 57 películas entre largos, cortos y películas para televisión, salta a la vista desde los primeros minutos del filme ya que la introducción de los personajes está estrechamente ligada al entorno, contexto y los conflictos, tanto individuales como sociales y políticos. Al mismo tiempo que leemos la indicación “Año 2016 en el noreste de Inglaterra” escuchamos ruidos y voces de mujeres, hombres y niños hablar en un idioma extranjero mientras en imágenes fijas en blanco y negro observamos cómo grupos de personas con maletas se dirigen a una casa observados por un grupo de ingleses frente a la puerta del pub que los agreden con comentarios racistas. Los diálogos se agudizan en un intercambio de argumentos entre una trabajadora social y los ingleses que protestan contra la medida del gobierno de instalar en el vecindario a unas familias de refugiados sirios. Al observar cómo los sirios bajan de un camión, la imagen cobra color, la agresividad sube de tono y termina en pleito cuando un inglés le quita la cámara a una joven siria y deja caer el aparato al piso. Después de conocer a J.W. Baltimore (Trevor Fox), dueño del pub, observamos a dos vecinos comentar acerca del abandono del pueblo y la devaluación de las casas que se empiezan a vender a precios ridículos por internet a inversionistas de la Unión Europea. La introducción no deja duda: Ken Loach está abordando conflictos y argumentos que llevaron al Brexit de enero del 2020.

Aunque revela la agresividad de ciertos ciudadanos ingleses en contra de los refugiados, la medida del gobierno para ofrecerles espacio y la devaluación de la propiedad, el filme despierta comprensión por la desesperación de la población que ha perdido su sustento con el cierre de la mina y una larga huelga que los empobreció. En una pequeña sala del pub que quedó cerrada durante veinte años, se guardan fotos y objetos de los tiempos de prosperidad y heroicas huelgas. La salita es una especie de museo de la memoria al que los clientes del pub se refieren con nostalgia. Abrir el memorial, afrontar los cambios y abrirse al extranjero y el otro con comprensión y empatía, cuesta esfuerzo y tiempo. El filme despierta la esperanza de que la pacificación es posible. Sin embargo, hay que encontrar personajes y caminos que ayudan a construir las bases para una convivencia tolerante y solidaria.

Con su extensa y rica filmografía Ken Loach está contribuyendo a un cine que deconstruye prejuicios, despierta comprensión y empatía para los no privilegiados de la sociedad y asume la voz en pro de la justicia. No lo hace a través de discursos teóricos, académicos o ideológicos sino con tramas y personajes con los que nos podemos identificar. El protagonista infantil de la película **Kes (1969) que sustituye el amor de familia por el apego a un halcón al que cuida y entrena, los hombres y mujeres que apoyan la resistencia española a la dictadura franquista en **Tierra y libertad ,(1995), el ciudadano que lucha contra el sistema en Yo, Daniel Blake (2016), la refugiada siria Yara (Ebla Mari) que aprendió inglés y lucha con su cámara por registrar el aquí y ahora, y, junto al T.J. , inglés y propietario de un pub, “educar” a los xenófobos en la solidaridad con el otro de **El viejo roble (2023), son personajes con los que nos podemos – y debemos - identificar. Ken Loach recibió el premio del público del Festival de Locarno para El viejo roble con el comentario de que sería quizás su último filme ya que no se sentía con la fuerza de empezar un nuevo proyecto. Por supuesto que le deseamos la salud y fortaleza para seguir regalándonos obras tan consistentes como bellas y necesarias.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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