Cultura

Cronología de un horror ecológico

  • La pantalla del siglo
  • Cronología de un horror ecológico
  • Annemarie Meier

Dark Waters, el más reciente filme del estadounidense Todd Haynes, utiliza el drama de justicia para denunciar a la industria química multinacional. Narra el caso de DuPont que se promociona con el lema: “DuPont utiliza la ciencia para hacer del mundo un lugar más sano, seguro y mejor para vivir”. Y sí fue un descubrimiento científico el que permitió desarrollar el recubrimiento de teflón que se popularizó, entre otros, a través de las sartenes con las que cocinamos. En lo que miente el eslogan es, sin embargo, en su segunda parte del eslogan ya que la producción de teflón ha sido lo más alejada de “segura” y “sana”. La película Dark Waters muestra cómo durante decenios no sólo los  trabajadores de una fábrica DuPont en Cincinati, West Virginia, sino el agua de toda la región fue contaminada por un peligroso químico que mató a animales de granja, causó varios tipos de cáncer, malformaciones y muertes en los seres humanos. La película empieza con una escena de 1975 en la que un grupo de jóvenes parranderos brincan de noche por una barda para nadar en un lago. Son sorprendidos por una lancha con hombres que esparcen un líquido que llena la superficie del agua con manchas. De los años setenta el filme brinca al año 1998 y un bufete de abogados que le dan la bienvenida a Robert Billiot (Mark Ruffalo) como nuevo socio. Robert se dedica a la defensa de empresas químicas pero a través de un ganadero que le pide  ayuda, se entera del espantoso daño que la fábrica DuPont ha causado en un poblado llamado Parkersburg y decide investigar y apoyar a los habitantes de las que la mayoría trabaja en la empresa Du Pont. A través de una detallada observación del ambiente, una cámara y un sonido que recuerdan un filme de horror, la película arma la crónica de los decenios de investigación, descubrimientos y lucha contra la poderosa transnacional que hace ganancias millonarias con productos químicos que envenenan el entorno y la población. La entrega con la que el abogado persigue el caso también envenena el ámbito familiar ya que su esposa (Anne Hathaway) y su hijo, experimentan los altibajos de la lucha, las intimidaciones de la empresa y las crecientes agresiones de los habitantes que temen por su fuente de trabajo. El recurso gráfico de una línea de tiempo debajo de la imagen, acentúa el cinismo de la empresa y la lentitud de las instancias para atender a los setenta mil involucrados. La línea cronológica llega hasta el año 2015 y la condena de la corte según la cual DuPont tuvo que indemnizar a los más de tres mil demandantes. Fue una “reparación de daños” que llegó tarde para los muchos enfermos y muertos. El filme, basado en un artículo de The New York Times Magazine de enero de 2016, narra los hechos sin acentuar el drama ni cerrar la lucha por la justicia con una victoria. El estilo de Todd Haynes es detallista pero menos preciosista que en sus anteriores filmes como Lejos del cielo (Far from Heaven, 2002). Se nota que lo que le importa es mostrar el poder y cinismo de la corporación, la debilidad del estado y la impotencia del ciudadano frente a crímenes ecológicos que se cometen tanto en EUA como en México y muchas partes del mundo. (Dark Waters está en Amazon Prime). 


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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