Imagínese que esté en su casa, junto a su familia y de pronto irrumpa un ladrón (que por cierto días antes ya lo había visitado, porque se robó una pantalla de 55 pulgadas)
¿Qué haría? Bueno, Pedro Miguel Márquez de 23 años de edad se encontraba en su domicilio la tarde de este jueves junto con su esposa y su bebé en la colonia Joyas del Bosque al oriente de Torreón, cuando su vecino (el delincuente) de nombre Rogelio Román Fernández ingresó por segunda vez a su casa (ya antes había robado una pantalla, insisto y según sus propias versiones, la empeñó) situación que Pedro logró contener luego de someterlo.
En el trayecto, Pedro Miguel logró comunicarse con su familia para notificarle de los hechos, rápidamente llegaron (entre ellos su madre) y juntos detuvieron al sujeto, decidieron llamar a la policía y después de algunos minutos arribó al sitio una patrulla para tomar conocimiento de la situación.
Subieron a Rogelio a una unidad de la policía y lo trasladaron a los Tribunales de Justicia Municipal para que el agente del Ministerio Público iniciara una investigación.
Cuando Pedro llegó a la instancia municipal para dar fe de los hechos, el juez en turno consideró las versiones del ladrón de que había sido golpeado por Pedro y su familia, insisto ¿Qué haría usted en el lugar de Pedro?
¿Le ofrecería un café al delincuente? ¿Le ayudaría a saquear su casa? ¿Se metería debajo de la cama?
¿Lo invitaría a sentarse mientras espera a que -en el mejor de los casos- llegara la policía? Qué dilema ¿No? La gran pregunta que hoy le hago directamente al Comisario César Perales o a la autoridad en turno (de cualquier nivel gubernamental) es:
¿Cuál es el protocolo a seguir en estos casos? Porque qué cree, el agraviado (Pedro Miguel Márquez) fue detenido en la cárcel municipal por haber vulnerado los derechos humanos del señor ladrón. De verdad estamos en el mundo del revés.
Estoy siempre a favor de la impartición de los derechos humanos, pero no pequemos de omisos, la autoridad tiene una deuda muy importante en el terreno de la aplicación de métodos de justicia y si agregamos a la fórmula que cuando un ciudadano se defiende legítimamente también resulta castigado, entonces algo está fallando en la ecuación ¿No cree?
angel.carrillo@multimedios.com
