Vaya noticia que ha entristecido al medio futbolístico español, y me atrevo decir que a los medios de comunicación deportivos de habla hispana, con la muerte de Pepe Domingo Castaño, un icónico personaje que en los últimos años ha sido parte importante del programa radial “Tiempo de Juego”, de la cadena española COPE, aunque previamente había estado en la cadena SER y en Televisión Española, por mencionar algunos medios de gran audiencia.
Su voz fue la de la publicidad en la radio, la de celebrar los goles, la de hacer nostálgica la transmisión; un gallego madridista que fue un gigante natural y auténtico del micrófono, pero dicen quienes los conocían que sobre todo un ser humano excepcional.
En su haber fue poeta, cantante, escritor, hasta presentador, pero el deporte lo llevaría a la inmortalidad del colectivo popular generación tras generación.
En lo personal escuchar por radio en streaming al estar en México los juegos de LaLiga española, en específico del Real Madrid, o los juegos de la Selección de España, con las voces de Manolo Lama, Paco González y todo su elenco, incluyendo a Pepe Domingo Castaño, realmente era deleitarse al oído cuando esa pausa comercial venía inmediatamente con un colorido diferente para decir el anuncio inmerso en la transmisión que no afectaba el ritmo o la secuencia de lo que sucedía en cancha, al grado de alegrarte.
Agradecidas las marcas o conceptos como el “Piponazo”, “Stihl”, “Navidul, “Purito”, “Panini”, “Areuca” y más… serán ya eternos en su voz y entrañables al volver a escucharlos con alguien más.
Algo muy especial que lo distinguió también era que todos los domingos el programa de resumen deportivo de su cadena radial tenía que empezar así:
¡Hola! ¡Holaaaaa!
Vamos que comienza ya
Tiempo de Juego
El de la emoción
El del espectáculo
El del sonido imprescindible
El único
El inigualable
El veterano
El de los goles
El de siempre
¡EL DE LA CADENA COPE!
De esta manera su sencillo saludo de introducción, ahora es un mítico saludo y será eterno para quien lo diga, inmediatamente vendrá al subconsciente como si fuese su voz:
¡Hola! ¡Hola!… Estas líneas son un sencillo homenaje para la voz de los anuncios en el deporte dentro de la radio, que si usted que me está leyendo no me cree, échese un clavado en la redes sociales y sabrá de la dimensión de lo que le estoy platicando.
Descanse en paz el gran Pepe Domingo Castaño.