La 53ª edición del Festival Internacional Cervantino es una de las más importantes de todos los tiempos.
¿Por qué? Porque es la primera diseñada, coordinada y ejecutada por el gobierno de Claudia Sheinbaum, la primera mujer presidenta de México.
¿Qué fue lo que pasó? ¿Qué es lo que está pasando? ¿Se siente algún cambio? ¿A favor o en contra? ¿Vale la pena ir?
Le guste a quien le guste o le moleste a quien le moleste, el Festival Internacional Cervantino, nuestro Festival Internacional Cervantino, es uno de los festivales culturales más importantes del mundo, el más grande de toda Latinoamérica.
Ni le tengo que explicar de qué se trata porque seguramente usted ya fue, está ahí, ha visto o ha escuchado las maravillas que se han presentado en este evento cuya sede es la bellísima ciudad de Guanajuato.
El Cervantino siempre ha sido el Cervantino, ¿pero cómo era antes? ¿Cómo se vivía?
Perdón si ofendo a alguien pero, cuando yo era joven, era una cantina gigante. La gente iba, pero no a los conciertos. Iba a emborracharse, a hacer sus necesidades en las calles. Muy raro.
Y es que, mientras esto pasaba en las calles, en los teatros y en las explanadas el tono era como de élite.
Estaba prohibida la entrada de niñas y de niños a los espectáculos. La prioridad la tenían los artistas extranjeros. Salvo honrosas excepciones, era una fiesta para la gente con dinero.
La razón es muy simple: antes, la cultura era un privilegio, un club, un adorno, una actividad para que la gente rica que no necesariamente estaba metida en las empresas tuviera algo que hacer, un pretexto para que ciertos grupos se sintieran superiores.
Con AMLO comenzó la transformación. Ya podemos hablar de un FIC inclusivo, familiar, para todos.
Pero con Claudia Sheinbaum, ¡qué barbaridad!, lo que se está haciendo es prodigioso.
Ahora, el Festival Internacional Cervantino es la fiesta de las culturas de los pueblos para los pueblos. Todo para todos.
Yo, por ejemplo, fui a un evento, en una iglesia, de un coro de mujeres que cantó con un coro de niños. Todos del estado de Guanajuato.
Luego fui a la explanada de la Alhóndiga de Granaditas y presencié un concierto verdaderamente épico de la Banda de Música del Estado de Guanajuato con el Coro del Teatro Bicentenario.
Y rematé en Pastitos (un parque enorme) con la cumbia de Sonido Gallo Negro y una multitud que no paraba de bailar.
Con todo el respeto del que puedo ser capaz, en todos los años que tengo de haber ido al Cervantino, jamás había visto a la gente del estado de Guanajuato tan feliz.
Siempre ha habido talento local en el FIC pero como que en cosas menores, como que en espacios no tan estelares.
En esta ocasión, las mujeres y los hombres locales están brillando en igualdad de circunstancias que las más famosas y que los más famosos artistas del extranjero y de otros puntos de la nación.
Se ven orgullosas, orgullosos. Y eso no se paga con nada. A esto súmele que todo está lleno y que el público no para de ovacionar a su gente, a su pueblo, a su talento.
¿Así o más precioso? Más precioso porque, en paralelo, las exposiciones de este año tienen otro acento, un acento más social.
¿Me creería si le dijera, por ejemplo, que hay exposiciones fotográficas sobre el tema de los migrantes?
Sí, ya sé lo que muchas personas deben estar pensando: ¿y a dónde se fueron las estrellas nacionales e internacionales que antes se presentaban en el Cervantino?
Ahí están. Ahí siguen estando. Pero hay un cambio. Este año los invitados son Veracruz y Reino Unido. ¡Imagínese!
Reino Unido, en lugar de montar una bonita casa para que los privilegiados vayan a tomarse “selfies”, salió a las calles y sus artistas le están dando cursos al pueblo, están haciendo comunidad.
Veracruz es un deleite que no acaba nunca y que llena de alegría, colores y sabores el FIC. Prohibido no ir a su sede.
¿Que si vale la pena ir? Claro que hay que ir y no es una pena. Es una belleza. Este 2025, por ejemplo, me sorprendieron las parejas de adultos mayores abrazándose durante los conciertos.
Yo no estaba acostumbrado a ver esto y me encanta, me conmueve.
Y si no puede ir, no se pierda las transmisiones en vivo que Canal 22, a nivel nacional e internacional, y TV4 de Guanajuato, a nivel local, están haciendo.
Vea el Cervantino. Escuche el Cervantino. Viva el Cervantino.
La fiesta acaba hasta el 26 de octubre y la 53ª edición de este festival es una de las más importantes de todos los tiempos. Le va a gustar. De veras que sí. ¡Felicidades!