Hoy a las 22:00, por Comedy Central, se estrena la segunda temporada de uno de los mejores programas cómicos que se han hecho en este país en los últimos años: Se rentan cuartos.
Es, genuinamente, una gran aportación estelarizada por inmensas figuras como Itatí Cantoral, Armando Hernández, María Chacón, Carlos Espejel, Paco Rueda, Yare Santana, Irving Peña y Jorge Ortín.
Se rentan cuartos es un concepto tan, pero tan bueno, que, imagínese, en esta segunda temporada al elenco original se le suma Roberto Palazuelos. ¿Así o más espectacular?
¿En qué me baso para elogiar tanto este proyecto? En la manera como sus responsables reinventaron la comedia de situaciones, los famosos sitcoms.
¿En qué consiste la reinvención de este formato que ha inmortalizado a algunos de los mejores títulos de todos los tiempos como Yo amo a Lucy, La niñera y Friends?
En llevar la participación del público en vivo más allá ofreciéndole una experiencia mil veces más compleja con un escenario que se mueve, se abre y se cierra.
El resultado es chistosísimo, porque a la hilaridad propia de los libretos se le suma la improvisación de los actores, el vértigo de estar creando sobre la marcha, contrarreloj y todo sin perder la noción de lo que se está contando.
No sé usted, pero yo tenía años de no reírme tanto mirando un programa mexicano de comedia que, además, le da al clavo a muchos de nuestros más arraigados vicios como sociedad.
Se rentan cuartos se burla de nuestra polarización, del contraste entre nuestros ricos y nuestros pobres. ¡Es lo máximo! Luche por verlo ya.
Inmensa
¿Cuántas series mexicanas conoce usted, de las que se han distribuido a través de los mejores sistemas de distribución de contenidos en línea como Netflix, que hayan tenido tanto éxito que hayan llegado a una cuarta temporada?
Piénselo. Hijos de su madre, de Clarovideo, acaba de alcanzar este récord y es simple y sencillamente magnífica. Si estuviera en Las Estrellas, le metía un susto a Una familia de diez, a Nosotros los guapos y hasta a Vecinos.
Pero como está en Clarovideo, es como si estuviera prohibida. Nadie habla de ella. Nadie le hace fiestas, reportajes, programas especiales. Nada. ¡No puede ser!
Hijos de su madre, y muy en especial Hijos de su madre 4, es delirante, comiquísima, un agasajo y tiene un punto a su favor: como está hecha para plataformas, a todo el delirio popular de la televisión abierta privada nacional, le suma un lenguaje mucho más libre, mucho más irreverente.
Yo no sé qué es lo que más llama la atención aquí, si la creatividad de las situaciones que se burlan lo mismo de los asesinos seriales que de las historias de extraterrestres, o las increíbles actuaciones de Freddy y Germán Ortega, Nora Velázquez, Mauricio Herrera, Jocelin Zuckerman y Lenny Zundel.
Ahora que nos hace tanta falta reír sin complicaciones, con nuestros ídolos de toda la vida, qué rico es poder poner Clarovideo y disfrutar de la cuarta parte de este gran ejercicio de ingenio.
Y no, no es necesario que usted haya visto las primeras tres temporadas de este concepto para entenderlo.
Por nada del mundo se vaya a perder Hijos de su madre 4. Le va a encantar. Se lo garantizo.
alvaro.cueva@milenio.com