Fabuloso, Relatos macabrones es un programa fabuloso. ¿Por qué? Porque sí hace reír, porque tiene identidad y porque es exactamente lo que uno esperaría ver en una señal como Las Estrellas.
¿Cuál es la nota? Que aquí, a diferencia de lo que hemos visto con emisiones como La parodia, Vecinos y Una familia de diez, no estamos frente a una continuación, a una nueva temporada.
Relatos macabrones es un estreno, temporada uno. ¿Sabe usted lo que significa esto? Que Televisa no sólo le está dando continuidad a lo que tiene, sigue creando.
Esto, que suena tan básico, ya no lo hace casi nadie en nuestro país. A usted le consta: prácticamente todo lo que vemos son o “refritos”, o el rescate de clásicos del pasado o, de plano, formatos extranjeros.
Qué vergüenza que los mexicanos hayamos dejado de creer en los mexicanos, de darle oportunidad a nuestra gente, de confiar en nuestro talento.
Por eso este lanzamiento es tan importante, porque por fin tenemos a una empresa que se atreve a arriesgar su capital en algo nuevo.
Los Mascabrothers se deben sentir particularmente orgullosos porque el consorcio de Emilio Azcárraga no sólo les está dando su voto de confianza, está invirtiendo en ellos después de haberlos corrido.
Qué grandiosa historia de éxito, pero, al mismo tiempo, que grandiosa historia de humildad por parte de los ejecutivos de Televisa porque eso es algo que ya no se ve.
Cada vez son más los directivos que están dispuestos a hundir el barco antes de reconocer que se equivocaron. ¡Increíble! De veras, felicidades a ambas partes.
¿Qué es Relatos macabrones? Un programa de sketches cuyo hilo conductor es el terror, pero el terror visto desde la perspectiva cómica precisamente como el de los famosísimos personajes de Frank e Igor de Los Mascabrothers.
¿Qué tienen de interesantes estos sketches respecto a los de otros programas o a los de otros comediantes? Que si uno los observa con detenimiento, encontrará que corresponden a audiencias diferentes y eso es buenísimo para un programa de televisión abierta privada nacional.
¿A qué me refiero con esto? A que lo mismo podemos ver un sketch muy blanco que uno de humor muy negro, pasando por cualquier cantidad de tonos y repartos. Esto es una aportación.
¿Qué le trato de decir cuando afirmo que este proyecto sí hace reír? Que ante esta diversidad humorística no hay manera de que usted no se ría al menos una vez por capítulo.
Identidad. ¿A razón de qué o por qué dije hace rato que aquí había identidad?
Mire, se lo voy a decir tal cual: el gran error de la televisión que vemos hoy es que uno ya no sabe si está viendo Televisa, Imagen Televisión o qué cuando le va moviendo a los canales.
Si no hay identidad, no hay certeza. Si no hay certeza, no hay audiencia.
Cuando uno mira Relatos macabrones sabe que está viendo Las Estrellas, ubica perfecto a los talentos de Televisa y eso es como un bálsamo para el público en tiempos inciertos. ¡Gracias!
Y no, a lo mejor no es como los shows de Comedy Central o como las series cómicas de Netflix. Pero qué bueno, ¿no?
Para ver espectáculos de Comedy Central está Comedy Central y para ver series cómicas de Netflix está Netflix. Por eso mi comentario de que esto es exactamente lo que uno esperaría ver en Las Estrellas.
Luche por ver Relatos macabrones todos los lunes en esta señal de Televisa, por divertirse con Los Mascabrothers, por carcajearse con actuaciones especiales de figuras como Cynthia Klitbo.
Luche por ser feliz. Con estrenos como éste sí se puede. ¡Qué orgulloso me siento! ¡Felicidades!
alvaro.cueva@milenio.com
