Imagínese una serie que cuestione la liberación femenina. Imagínese una serie que le diga a todas las mujeres: quédense en casa, pariendo, cocinando, dependiendo de un hombre.
Tremendo, ¿verdad? ¡Pues qué cree! Esta serie existe, es poco menos que una obra maestra y, lo peor de todo, está inspirada en hechos reales.
Es la serie que nadie se debe perder. Se llama Mrs. America y hoy se estrena en el canal Fox Premium Series.
Pero si usted, como yo, tiene la App de Fox, métase ya porque ahí, desde el pasado fin de semana, está toda, completa, a su disposición.
Y es que, tal vez a muchas personas ya se les olvidó, pero la lucha por lo que hoy llamamos la equidad de género no comenzó el año pasado y está llena de situaciones tremendas.
¿Me creería si le dijera que, a principios de los años 70, cuando se comenzaron a poner sobre la mesa estos temas en países como Estados Unidos, las primeras en oponerse fueron las mujeres?
Usted nada más póngase a pensar en mujeres condenando a las mujeres, obligándolas a tener hijos no deseados, despreciando a las que no encuentran marido, rechazando a las que no se pueden embarazar, odiando a las que se atreven a ganar su propio dinero.
No y ni hablemos de diversidad sexual porque entonces sí nos ponemos a llorar. ¡Pero pasó! Y en muchos sentidos sigue pasando.
De eso trata Mrs. America y es brutal. La cosa más emocionante, apasionante y adictiva del universo.
Por favor no se vaya a imaginar un panfleto político. Siento un amor muy grande por este proyecto porque, aunque todo parece indicar que hay una postura ideológica muy clara, poco a poco nos vamos enterando del infierno que vivían aquellas señoras que iban al Congreso a pedirle a las autoridades que impidieran la igualdad de la mujer.
E igual, conforme va avanzando la acción, vamos descubriendo lo difícil que fue para aquellas primeras feministas superar los modelos que les inculcaron desde niñas, superar sus propios fantasmas.
Mrs. America tiene un equilibrio admirable, inteligentísimo, desgarrador.
Por si esto no fuera suficiente, aquí está Hollywood a la ene potencia.
Vamos de Cate Blanchett (Elizabeth, la reina virgen) a Rose Byrne (Buenos vecinos) pasando por Uzo Aduba (Orange is the New Black), Elizabeth Banks (Los juegos del hambre), Jeanne Tripplehorn (Acoso sexual), Sarah Paulson (American Horror Story), John Slattery (Mad Men) y James Marsden (X-Men), por mencionar sólo a unos cuantos.
No sabe usted qué superproducción de época. Yo, que conocí esos tiempos, le juro que tuve regresiones monumentales porque era como estar ahí: la vida, la comida, los muebles, la ropa, la música, la luz.
Podría jurar que hasta el olor de Mrs. America era el olor de aquellos años de tantísima inconformidad social.
Por lo que más quiera en la vida, luche por ver esta inmensa propuesta. No sólo se va a divertir, le va a ayudar a entender lo que millones están sufriendo en la actualidad, lo que están peleando.
Y no, no se asuste cuando lea en la pantalla la palabra miniserie. Esto sólo dura nueve capítulos y fue uno de los títulos más destacados anoche durante la entrega de los Emmys.
La llamo serie porque la vida me ha enseñado que cuando el público se enamora, hasta la miniserie más cerrada se termina abriendo y convirtiendo en algo más. ¿A poco no? ¡Felicidades!
alvaro.cueva@milenio.com