Ahora que el gran debate nacional tiene que ver con las carnitas, México-Tenochtitlan y lo que sucedió hace 500 años, le tengo que hablar del documental prohibido.
¿Cuál? Malintzin, la historia de un enigma. ¿Por qué está prohibido? Porque como quedó en un extraño vacío entre las viejas y las nuevas administraciones de nuestros medios públicos, nadie lo quiere programar y la única manera de verlo es en el extranjero o en ClaroVideo.
Me parece una vergüenza que este material, que es magnífico, vaya a ser más apreciado fuera de México que aquí donde todos los deberíamos estar comentando. Malintzin es una producción de Ernesto Velázquez Briseño, Miguel Alemán Velasco, Claudia Alemán Magnani y Armando Carrillo Lavat sobre La Malinche.
¿Qué tiene de especial? Claridad, estructura, espectacularidad y producción. No hay manera de que usted lo vea y no lo entienda, de que se pierda en la complejidad de nuestros pueblos originarios. Vale oro. La información se va dando de manera ordenada combinando dramatizaciones con declaraciones de verdaderos especialistas. Es algo muy científico, profesional.
Cuando uno lo mira, no se aburre. Al contrario, se apasiona, se intriga, quiere saber más. Es adictivo. Y la producción es preciosa: ilustraciones, efectos especiales, dirección de arte, fotografía, musicalización, buenos actores, creatividad y una narración espléndida por parte de Verónica Merchant.
No por nada esta joya va sellada por la Fundación Miguel Alemán, el Sistema Público de Radiodifusión del Estado Mexicano (SPR), ClaroVideo, la Fundación UNAM y la mismísima UNAM. ¿Se lo piensa perder? Por la más elemental mexicanidad le ruego que luche por mirar este formidable trabajo. Es más productivo que pelearse por el origen de las carnitas. ¿O usted qué opina?
A propósito de medios públicos y de grandes noticias, hay algo muy importante que está pasando en Jalisco, que usted debe saber y festejar: el inminente inicio de operaciones de su Canal del Congreso.
Sí, prepárese para conocer el Canal del Congreso de Jalisco.
¿Ya se dio cuenta de la magnitud de lo que le estoy diciendo? Ese estado va a ser, después de CdMx, la primera entidad federativa en contar con una frecuencia parlamentaria. Todos los habitantes de Jalisco van a poder mirar el trabajo de sus legisladores, darle seguimiento a sus grandes temas regionales y evaluar la labor de sus representantes a través de una señal de televisión abierta, de una app, de redes sociales y de su propio sitio web.
Y como esto es nuevo, va a costar mil veces menos que la mayoría de las frecuencias públicas que nacieron hace más de cinco años. Estamos hablando de eficiencia, calidad y austeridad, de algo que va a cambiar muchas cosas.
El Canal del Congreso de Jalisco es un proyecto más que necesario que contribuirá a la democratización y a la promoción de la transparencia en toda esa región y que pondrá a esa entidad a la vanguardia en materia de medios públicos. Como usted sabe, la multiplicación de los canales parlamentarios es una tendencia a escala mundial y urge que esto se replique en el resto de nuestra nación.
El Canal del Congreso de Jalisco es ya un orgullo para todo México. ¿A poco no?
alvaro.cueva@milenio.com