Le quiero dar las gracias públicamente a Gayosso por algo que usted ni siquiera se imagina: Los cuentos de la Catrina.
¿Qué es? El nuevo clásico de esta temporada de muertos, un espectáculo teatral familiar divertidísimo y de entrañable belleza que lleva cinco años presentándose en los escenarios de nuestra nación con tanto éxito como Don Juan Tenorio o El Tenorio cómico.
¿Qué tiene que ver Gayosso con esto? Que, como usted sabe, seguimos en pandemia y aunque los teatros ya están abriendo, somos muchos los papás que preferimos encerrarnos en casa con nuestros hijos para no contagiarnos y para impedir rebrotes como los que estamos viendo en Europa.
Gayosso, en un acto de generosidad admirable, está patrocinando esta obra de Allan Poumian.
¡Como que la está patrocinando si no está en cartelera! Ahí está la nota: Los cuentos de la Catrina se está presentando en una muy corta temporada, pero en la modalidad en línea.
Yo no sé si usted alcance a apreciar esta oportunidad que el covid-19 nos está regalando, pero así y sólo así, miles de niños van a poder disfrutar de este gran show a un precio ridículamente bajo no por persona, por dispositivo, y sin importar si viven en Ciudad de México, Texas o Buenos Aires.
En buena onda, es un regalo imperdible. Pase la voz.
El domingo pasado tuve la oportunidad de vivir esta experiencia y todavía no doy crédito de lo bien que me pasé porque a diferencia de otras obras, ésta está perfectamente bien diseñada para gozarse en línea.
Por un lado está la extraordinaria producción teatral de Nueve-Karla Pellegrini y el mismo Allan Poumian. Pero, por el otro, la producción cinematográfica de NUEVE.
El resultado es muy fino. Son muchas cámaras colocadas en diferentes posiciones, con un sonido de primera y una dirección que aprovecha todos estos recursos.
Aquí, Laura Luz, la directora, se vuela la barda porque al mismo tiempo que nos está regalando teatro, nos está regalando cine haciendo que los actores interactúen con las audiencias en casa y transformando aquello en un espléndido ejercicio audiovisual.
¿Pero sabe qué es lo más bonito? Que no se trata de una obra vieja recién sacada del cajón para aprovechar la moda de las transmisiones en línea.
No, es un show hecho por y para las audiencias de 2020 que toca muchos de los temas del momento como la importancia de usar cubrebocas, gel antibacterial y de respetar la sana distancia.
¿De qué trata Los cuentos de la Catrina? De usted, de mí y de nuestras tradiciones de Día de Muertos.
¿Para quién es? Para todos los que tenemos hijos o nietos, pero también para todos los maestros, para los que somos jóvenes de corazón, para los que amamos a México.
Al verla, nos vamos a reír, nos vamos a emocionar, pero también nos vamos a enterar de muchas cosas muy bonitas de nuestra celebración del 2 de noviembre sin olvidar, por supuesto, al Halloween.
No le voy a dar detalles para no arruinarle la experiencia, pero si lo suyo es el entretenimiento y las tradiciones mexicanas, ya la hizo.
¿Sabe quiénes participan? El inmenso Mario Iván Martínez que una vez más da cátedra de actuación, simpatía y entrega.
Obra en la que participa Mario Iván, obra que no tiene desperdicio.
También está Jimena Parés dándole vida a una Catrina deliciosa, preciosa, la que muchos llevamos en el alma.
A su lado están Alicia Paola como una mamá muy bien construida, muy bien interpretada, Hamlet Ramírez como un papá que da para muchas reflexiones y Eduardo Siqueiros como Míster Treat, la sorpresa de la obra.
Mención aparte para los niños. María Perroni Garza hace un trabajo actoral que da gusto verlo de tan bonito y tan natural, y Bastian Delbouis, su hermano en la obra, involucra al público con un talento muy grande, especial.
No y no le he dicho nada porque hay más sorpresas, monstruos, puppets y hasta números musicales.
Ahora entiendo por qué, cuando hay premiaciones, siempre se menciona esta gloria del teatro mexicano.
Luche por verla porque sólo se presenta los sábados a las 20:00 y los domingos a las 13:00 de aquí al 2 de noviembre.
Para mayores informes, entre ya a la página de internet de Boletia. Ahí se adquieren los accesos. Le juro que vale la pena. ¡Felicidades!
alvaro.cueva@milenio.com