¿Qué tienen en común Equinox de Netflix y Los visitantes de HBO/HBO GO?
Que son dos de los más grandes éxitos del momento para las audiencias que aman las plataformas y que se trata de producciones escandinavas.
Equinox viene de Dinamarca y Los visitantes, de Noruega. ¡Y qué cree! Sin que exista la más mínima relación entre ambas historias, tratan de lo mismo, de lo mismo, casualmente, que Dark de sus vecinos de Alemania.
Tratan de viajes en el tiempo, de realidades paralelas, de culpas añejas, de conflictos que abrieron heridas en el pasado y cuyas cicatrices siguen vivas en el presente.
¿Qué hay en la gente de esos países como para que éstas sean sus propuestas? ¿Qué nos están tratando de decir?
A mí todo esto me encanta porque me imagino a los daneses, a los noruegos y a los alemanes preguntándose lo mismo de La casa de las flores, Monarca y Oscuro deseo.
¿Cuál es la nota? Que hoy, gracias a los sistemas de distribución de contenidos en línea, podemos establecer estas comparaciones.
Ante estábamos como en la edad de piedra, con una visión muy limitada del espectáculo global.
Hoy, si usted quiere ver ser series nórdicas, francesas o coreanas lo puede hacer con el mismo entusiasmo con el que puede ver telenovelas nacionales. ¿No se le hace maravilloso?
Por favor aprécielo. Los visitantes es sobre gente de ayer que aparece hoy. Equinox, sobre gente de hoy que intenta averiguar lo que pasó ayer.
No le digo más para no arruinarle la experiencia, pero si lo suyo va por estas temáticas, por estos tonos y por estos estilos, será tan feliz como yo. ¡Búsquelas!
Hablemos de televisión abierta. ¿Qué está sucediendo aquí? ¿Qué es lo verdaderamente importante? Que este lunes 11 de enero comenzaron los capítulos 2021 de “La rosa de Guadalupe”.
¿Y? ¿Qué tiene esto de importante? Mucho. Estamos hablando de la temporada 14 del programa dramatizado más visto de todo el mundo de habla hispana.
¿Cuántas emisiones conoce usted que puedan presumir de una permanencia tan rotunda, tan exitosa, tan simbólica? ¡Cuántos!
Además, estamos en pandemia, en crisis económica. Lo más lógico hubiera sido dejar de producir. Lo más lógico hubiera sido dejar puras repeticiones.
Pero no, aquí hay un compromiso con el público y los anunciantes. Hoy, cuando las cosas están más difíciles, es cuando más se necesita La rosa de Guadalupe y ésta es la respuesta de Televisa.
El primer capítulo de esta temporada fue magnífico, un gran texto de Carlos Mercado-Orduña producido por Miguel Ángel Herros y protagonizado por Lisset sobre un tema femenino, sobre un tema social.
Sí, yo sé que para muchas personas es muy fácil atacar este concepto porque no se ve como las series de los sistemas de distribución de contenidos en línea.
¡Pero qué cree! Precisamente por eso funciona. Primero, porque económicamente esto es justo lo que sí se puede sostener en televisión abierta.
Segundo, porque esta estética es la que le da certeza a las audiencias de esta ventana tan específica de la industria del espectáculo.
Y tercero, porque los temas son mil veces más valientes y útiles que los de muchas series y telenovelas. No pierda de vista lo nuevo de La rosa de Guadalupe. Le va a gustar. De veras que sí.
alvaro.cueva@milenio.com