No se me distraiga. La gran serie internacional, la gran serie premium que hay que ver, que hay que seguir, es “The Regime” de HBO, disponible en MAX.
¿Por qué? Mire, para acabar pronto se lo voy a decir tal cual: es la nueva “Succession”.
¿Usted se hubiera atrevido a perderse “Succession”? No, ¿verdad? Entonces córrale a ver esta emisión antes de que sea demasiado tarde.
“El régimen” es una superproducción tipo “The Handmaid’s Tale” que se desarrolla en un mundo que no es el de hoy, pero que es la representación perfecta del mundo de hoy.
Su problema es que es demasiado innovadora y que eso, en los primeros minutos, podría desconcertar a más de un espectador pero le juro que es magistral.
No es comedia, pero es comedia. No es drama, pero es drama. No es fantasía, pero es fantasía.
Es exactamente el tipo de cine como de fusión que hemos estado gozando en los últimos años con propuestas como “Parásitos” y “Señora influencer”.
Si lo suyo, como lo mío, va por ahí, le juro que le va a encantar. “The Regime” reinventa el humor negro politizándolo a un nivel que no veíamos desde que Chaplin se burló de Hitler en “El gran dictador”.
Ahí está lo maravilloso de este concepto, que en una primera lectura tiene una carga ideológica muy clara, muy agresiva, muy crítica, de los gobiernos enemigos de Estados Unidos.
Pero la gran verdad de “El régimen” es que es algo tan bueno que va más allá.
Yo le veía y decía: me queda claro que se están pitorreando de Putin, pero no. También se están burlando de los Republicanos, de los Demócratas, de los gobiernos de izquierda, de los gobiernos de derecha.
“The Regime” es la gran caricatura de la política hoy. De los extremos, de la doble moral, de los excesos, de la corrupción, del fanatismo, de los grandes “shows” que vemos en los medios y en las redes.
Y es una crítica tan ácida que los responsables de esto, en lugar de poner a un señor a imitar a tal o cual político, pusieron a una mujer.
¡Quiero ver la cara de esos personajes cuando les digan que quien los está parodiando no es un hombre sino una mujer! ¡Tremendo! ¡Enorme! ¡Genial!
Tan genial que la gran protagonista de este espectáculo es Kate Winslet, una de las mejores actrices del mundo entero.
Kate es garantía pero lo que hace aquí no tiene perdón de Dios de tan sublime. Cuando usted vea la transformación de su personaje solamente en el primer episodio de esta joya, lo comprenderá.
Y no, no es como “El guardaespaldas”. Parte de la genialidad de estos libretos de Will Tracy, autor precisamente de “Succession”, es que le da la vuelta hasta a los más inevitables lugares comunes.
No pierda de vista a Matthias Schoenaert (“La chica danesa”), a Guillaume Gallienne (“La crónica francesa”) y a Andrea Riseborough (“To Leslie”). Algo me dice que los van a tupir de premios como el Emmy y los Golden Globes.
Sus personajes son, de origen, extraordinarios, pero la creación que ellos, como actores, realizaron, lo es todavía más.
¿Por qué le digo que “El régimen” es una serie si en todas partes dice que es miniserie?
Porque la vida me ha enseñado que cuando una miniserie funciona, quién sabe cómo pero puede tener varias temporadas como “The White Lotus” y “Big Little Lies”.
Y esto tiene todo para funcionar: producción, dirección, arte, música.
Luche con uñas y dientes por ver “The Regime” en MAX. Un capítulo nuevo cada domingo. Le va a gustar. De veras que sí.