Espectáculos

“Divina comida”de HBO Max

No puedo creer lo muchísimo que me divertí viendo la primera temporada de “Divina comida” en HBO Max.

Y se lo digo muy sinceramente porque yo pensaba que iba a ser un “reality show” de comida como hay miles en el mercado, pero no.

¡Nada qué ver! Es un programa de chismes, de “perra contra perra”, de revelaciones. ¡Lo amé! ¡Lo amé! ¡Lo amé!

En el muy remoto caso de que usted no sepa de lo que le estoy escribiendo, le explico:

“Divina comida” es un ejercicio de televisión real donde cuatro figuras públicas compiten por ver quién es la mejor anfitriona.

Son Belinda, José Ángel Bichir, Verónica Toussaint y Manu Nna.

Belinda invita a José Ángel, a Verónica y a Manu Nna a cenar a su casa. Y debe preparar la cena, servirla, poner la mesa, ofrecer bebidas y entretener a todos.

Luego los demás hacen exactamente lo mismo con los otros tres. El “pequeño” detalle es que al final de cada sesión, en privado, cada uno de los invitados califica la experiencia y aquello se pone rudo.

Tanto, que, sin venderle trama, le diré que aquello se va complicando: perengana “perrea” a sutano, mengano se quiere “ligar” a “perengane” y el “veneno” va y viene.

¿Por qué? Porque evidentemente si lo suyo es cantar, bailar, contar chistes o conducir, las probabilidades de que sea el chef que México esperaba con muy pocas y los platos no salen tan ricos como deberían.

Por si esto no fuera lo suficientemente divertido, nunca falta el invitado que no come cerdo, la que no tolera el pan, los perros que se orinan ¡Y a ver!: resuélvales la cena sin la ayuda de alguien más.

Me enamoré. No lo puedo decir de otra manera. Creo que la comida, además de ser todo lo que ya sabemos, es una preciosísima estrategia de comunicación.

Somos lo que cocinamos. Cuando le damos de comer a los demás, decimos cosas y yo enloquecí con esta propuesta porque me permitió conocer a sus participantes como jamás imaginé.

¡Qué mujer tan más maravillosa es Belinda! ¡Qué chistosa! ¡Qué sensible!

José Ángel Bichir se me hizo un tipazo. Jamás lo había visto así, tan cercano, tan cálido, tan amoroso.

Verónica es una revelación. Entre ocurrencia y ocurrencia pude detectar a un gran ser humano.

Y Manu Nna, ¡bueno! Ya le quiero conseguir marido. Ya lo siento parte de mi familia. ¡Qué manera de contactar con las audiencias!

¿Se da cuenta de que, hasta ahorita, no le he dicho nada de la comida? Ahí está lo bonito de este “reality show”, en que la comida es un pretexto. ¡Bendito pretexto! ¡Quiero ver más!

Aquí es donde tengo que felicitar públicamente a la gente que está detrás de este concepto.

No se necesita tener doctorado en cine para detectar que el estándar de producción es bastante alto y competitivo a nivel internacional, pero lo verdaderamente relevante, aquí, es el formato.

“Divina comida” no es como los típicos “reality shows” gastronómicos que durante una eternidad y que a fuerza de “estirar el chicle” terminan por hacer que uno pierda el interés.

¡No! Esto está armado con base en temporadas de tanto sólo cuatro episodios. Un capítulo por cada uno de los participantes, pero todos en secuencia, en orden. ¿Así o más práctico?

Luche con todas sus fuerzas por ver “Divina comida” en HBO Max. Le va a gustar. De veras que sí.

alvaro.cueva@milenio.com

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Álvaro Cueva
  • Álvaro Cueva
  • alvaromilenio5@gmail.com
  • Es el crítico de televisión más respetado de México. Habita en el multiverso de la comunicación donde escribe, conduce, entrevista, da clases y conferencias desde 1987. publica de lunes a viernes su columna El pozo de los deseos reprimidos.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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