HBO está imparable: estreno, estreno, estreno. Sus ejecutivos se están tomando muy en serio la competencia de Disney, la reacción de Netflix.
No hay manera de ver sus canales o de entrar a su plataforma HBO Go, y de no encontrar maravilla tras maravilla. ¡Qué momento de gloria tan más espectacular!
De veras, si en algo aprecia su cerebro, luche por ver sus nuevas producciones originales como Avenue 5.
¿Qué es? Uno de los experimentos más locos de la historia reciente de la televisión.
Es una space soap opera como Star Wars, pero, al mismo tiempo, un programa de comedia con un sentido del humor particularmente oscuro, sádico.
A mí me recuerda muchas cosas. Por un lado, es como volver a los tiempos de Perdidos en el espacio, de La isla de Gilligan o incluso de El crucero del amor, pero con puntos de contacto con títulos como Odisea 1999.
No le voy a dar detalles para no arruinarle la experiencia, pero sí es muy retro.
Y, por el otro, es gozar en serie de puntadas que antes solo veíamos en películas como Este es el fin, Evolution y Galaxy Quest.
Avenue 5 es un espectáculo tan novedoso que nadie ha sabido clasificarlo, pero le doy mi palabra de que si lo comienza a ver y llega al final del capítulo uno, le encantará.
Uno de los grandes ganchos publicitarios de esta especie de Futurama con actores de carne y hueso es que su gran protagonista es Hugh Laurie, nuestro eterno Dr. House.
Para mí, es una de novedades más importantes del momento. Luche por verla. Si su sentido del humor es tan macabro como el mío, la gozará. Se lo garantizo.
Viaje a las estrellas
Le tengo dos noticias. Una buena y otra mala. La buena es que gracias a la generosidad de Amazon Prime Video, usted y yo podemos gozar de Picard, la nueva serie de Viaje a las estrellas (Star Trek).
La mala, que por una situación legar de esas que últimamente están tan de moda, la estamos viendo a un ritmo de un capítulo por semana. ¡Qué desesperación!
¿Es buena? No. Realmente no. Es maravillosa. ¿Por qué? Porque es exactamente lo que eran las series de Star Trek pero traído al siglo XXI, al año 2020.
Le explico: Viaje a las estrellas es mucho más que una franquicia, es un ejercicio de reflexión, una crítica, un augurio. Todo sin hacer a un lado la parte del entretenimiento.
Muchas de las cosas que los genios detrás de este concepto atendieron en el pasado, están más que superadas por el paso de los años.
Picard reflexiona sobre los grandes temas de hoy, critica lo que se tiene que criticar en este momento, es un augurio sobre asuntos que seguramente pasarán muy pronto.
Y lo más bonito es que no solo apela a la primera generación que gozó de este sello en los años 60. Es un gran ejercicio de nostalgia para los chicos que la amaron en la década de los 90, para las audiencias de Una nueva generación.
Por favor, búsquela y aprecie su propuesta, emociónese con su carga de adrenalina, sorpréndase con sus efectos especiales y, en la medida de lo posible, reflexione sobre sus ideas.
Es mucho más profunda de lo que parece y su reparto, encabezado por Patrick Stewart, hace un trabajo de una calidad excepcional. Es un digno retorno a Star Trek. ¿O usted qué opina?
alvaro.cueva@milenio.com