Política

La escuela y el maestro rural

  • Apuntes pedagógicos
  • La escuela y el maestro rural
  • Alfonso Torres Hernández

En el contexto de la Revolución Mexicana, el Congreso aprobó una ley en educación que tenía alcance nacional, esta ley se conoce en la historia de México como Ley Federal de Instrucción Rudimentaria. Derivado de esta ley nacieron las “escuelas rudimentarias” conocidas así porque solo habían sido creadas para alfabetizar e impartir los rudimentos de la instrucción. Los puntos esenciales de esta ley eran los siguientes:

a) Crear escuelas que enseñaran “a hablar, leer y escribir el castellano y a ejecutar las operaciones fundamentales y usuales de la aritmética”.

b) La instrucción rudimentaria se impartiría en dos cursos a lo sumo.

c) La asistencia a las escuelas rudimentarias no sería obligatoria y se daría a cuantos analfabetos concurrieran a las mismas, sin distinción de sexos ni edades.

d) Para estimular la asistencia a esas escuelas, se procuraría distribuir en las mismas alimentos y vestidos a los educandos que lo necesitaran, en la medida de las posibilidades gubernamentales. (Rafael Ramírez, 1968).

A pesar de que de que en su momento se reconoce la contribución de estas escuelas a la nación, al despertar en indios y mestizos anhelos de redención material, cultural e espiritual, poco a poco fueron decayendo y desapareciendo por considerarse “inútiles” para atacar la miseria y la incultura de la población.

Con el triunfo de la Revolución, México estableció dentro de sus prioridades un nuevo proyecto educativo con sentido social, y para ello creó la Secretaría de Educación Pública. Al frente de este proyecto estuvo José Vasconcelos, primer secretario, que tenía la preocupación de que la enseñanza fuera esencialmente popular, así como de transformar los métodos educativos y asignarle al maestro el papel de renovador cultural, puesto que debía vincular la escuela con la vida y preocuparse por el desarrollo de lacomunidad (Ruiz Lagier, 2013). El proyecto planteaba dos tareas importantes para la educación de la población rural. 1) La creación de escuelas especiales para la educación de los indios, lo que debería propagarse por las regiones densamente pobladas por indígenas y en las cuales se enseñaría la lengua castellana con los demás rudimentos que son necesarios para asimilarlos a nuestra civilización, a efecto de que pasen enseguida a las escuelas rurales, primarias, preparatorias, profesionales, etc. según sus aptitudes y posibilidades. Y 2) La creación de escuelas rurales en todo el territorio de la República, conforme a las necesidades de la población y a los recursos que se vayan disponiendo… En la organización de las escuelas rurales se cuidara de educar a los alumnos especialmente en aquellos conocimientos de aplicación inmediata, a fin de perfeccionar los trabajos manuales y las industrias de cada región”. (Rafael Ramírez, 1968).

Para dar sentido a este proyecto, los maestros tenían que tener aptitudes mínimas para desarrollarlo. Con Vasconcelos, en la década de 1920, se le pidió al magisterio involucrarse en sus comunidades de trabajo como defensores y guías; posteriormente, Calles les pedía mantenerse al margen de todo tipo de movilización que no favoreciera al gobierno. Con el gobierno cardenista, además de poseer una ideología y militancia revolucionarias, debían estar en contacto con las organizaciones obreras y campesinas, así como participar en sus luchas populares. Se promovía la imagen del maestro consciente, con responsabilidad y unidad de clase; que fuera un organizador social, que armonizara el problema educativo con las luchas de los trabajadores. Por si fuera poco, también debía tener preparación pedagógica e información científica moderna, así como poseer una amplia cultura general, que consideraba incluso el conocimiento de la Constitución General de la República, el Código Agrario, la Ley Federal del Trabajo y todas aquellas leyes de utilidad para obreros y campesinos. Esto sin duda resultó sumamente ambicioso, pues la mayoría de los maestros tenía una escasa formación, y en ocasiones, solo la indispensable para la labor de alfabetización. (Ruiz Lagier, 2013).

Para el reclutamiento de maestros rurales con este perfil, se privilegió a los de mayor escolaridad, que conocieran la región y tuvieran ciertas capacidades de liderazgo en las comunidades donde se establecerían las escuelas. Se recurrió a ellos por la negativa de profesores normalistas que no compartían el proyecto y priorizaban su estancia en las capitales de la república y de los estados. (Arnaut, 1993)

La escuela rural y los maestros rurales han sido, y siguen siendo, pieza fundamental en la educación de nuestro país. En el contexto actual, la escuela rural y el maestro rural cobran una relevancia por el enfoque curricular y sentido de colectividad y emancipador que se promueve en la educación.


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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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