Política

Rotos

  • En Corto
  • Rotos
  • Alejandro Maldonado

Guerras, déspotas y tiranos gobernando diversas naciones, sismos en Siria y Turquía, cambio climático, inestabilidad política, criminalidad organizada que copta gobiernos, presiones económicas, inseguridad pública, desempleo, pobreza, enfermedades, inflación, deforestación, hambrunas, problemas familiares.

La lista da para mucho más. Vivimos en un mundo roto y nosotros también lo estamos.

Pero al principio no fue así. Los primeros seres humanos vivieron en paz y en armonía entre ellos, con la naturaleza y con Dios. Entonces, ¿qué fue lo que pasó? ¿cómo es que llegamos a las condiciones del mundo actual? ¿Qué conmigo?

Podemos utilizar toda clase de argumentos filosóficos, sociológicos y científicos, pero la verdadera razón se encuentra en que los seres humanos decidimos rebelarnos contra nuestro Creador.

El profeta Isaías lo dijo hace más de 2 mil 700 años: “Todos nosotros nos descarriamos como ovejas, cada cual se apartó por su camino”, Isaías 53.6

Toda rebeldía contra Dios se resume a una palabra: Pecado.

Tú y yo podemos ver su impacto destructivo en todo el mundo, pero también en nuestras propias vidas. Como un amigo mío lo dijo: “Detrás de cada sufrimiento humano aparecerá el pecado, ya sea propio o de un tercero”.

Por supuesto que no nos gusta estar así; por eso contínuamente procuramos vías de escape: Dinero, posesiones, relaciones, religiosidad, educación, apariencia física, esfuerzos morales, poder, maratones en Netflix, alcohol, drogas, sexo, etcétera.

Evidentemente no todas estas vías son malas por sí mismas, el problema es que no resuelven el problema del pecado, por lo que tarde que temprano nos regresan al mismo lugar, incluso en peores condiciones.

Lo grave es que morir así implica estar separados de Dios por la eternidad y recibir el castigo correspondiente a nuestra rebeldía.

Pero Dios nos ama tanto que envió a su único hijo a pagar nuestro rescate. En la cruz Jesús cargó con nuestro pecado y sufrió nuestro castigo para reconciliarnos con Dios. Él derramó su sangre y dio su vida por ti y por mí.

Por eso Jesús nos dice: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre sino por mí”, Juan 14.6

¿Qué debo hacer? Cree en Jesús. Pídele que te perdone y venga a morar en tu corazón. No te dejará ni desamparará. Actuará en ti y lo verás.

Alejandro Maldonado


Google news logo
Síguenos en
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de MILENIO DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.