Las redes sociales están experimentado un cambio significativo en la forma en que las personas interactúan y consumen información, un fenómeno que ha llevado a la creación de microcomunidades y al aumento del contenido auténtico, dos tendencias que están revolucionando la manera en que esta se comparte y se recibe.
Me refiero a esos grupos pequeños y específicos de personas que comparten intereses comunes y que pueden formarse alrededor de temas como moda, tecnología, cocina, viajes, o cualquier otro interés particular, y no miento, estas comunidades están ganando popularidad debido a la búsqueda de conexiones más significativas y auténticas en las redes sociales; ello, por la simple y sencilla razón de que la autenticidad de eso que llaman “influencers”, ha venido decayendo, al igual, que la confianza en sus opiniones y recomendaciones.
Lo que sí es cierto es que las personas buscan opiniones y recomendaciones de fuentes confiables y cercanas, lo que las lleva a unirse a grupos donde pueden compartir experiencias y discutir temas de interés común. En plataformas como Facebook, los grupos cerrados son muy populares para formar estas microcomunidades. Los miembros pueden compartir contenido relevante y participar en discusiones que les permiten sentirse conectados con personas que comparten sus intereses. Esta conexión personal es fundamental para el éxito de estas comunidades.
Además de Facebook, otras plataformas como WhatsApp también son utilizadas para crear grupos de interés. Estos grupos permiten una comunicación más directa y personalizada, lo que facilita la creación de lazos fuertes entre los miembros.
Y es que la desconfianza hacia la publicidad tradicional y los “influencers” ha llevado a las personas a buscar contenido auténtico. Este tipo de contenido es generado por usuarios reales y no por marcas o figuras públicas. Las reseñas de productos escritas por usuarios reales son un ejemplo claro de cómo el contenido auténtico influye en las decisiones de compra.
Las historias en redes sociales como Instagram y TikTok también permiten a los usuarios compartir momentos cotidianos y experiencias auténticas. Esto aumenta la conexión con su audiencia y fomenta un sentido de cercanía que es difícil de lograr con la publicidad convencional.
Sí. La autenticidad es clave en este nuevo escenario. Las personas prefieren escuchar recomendaciones de amigos o conocidos antes que de figuras públicas. Esto ha llevado a las marcas a replantear sus estrategias de marketing para incluir más contenido auténtico y menos publicidad tradicional.
En México, este cambio de tendencia ha sido notable.
Las personas están más dispuestas a confiar en opiniones de usuarios reales que en anuncios pagados. Esto ha obligado a las empresas a adaptarse y buscar formas de integrar el contenido auténtico en sus campañas publicitarias.
La desconfianza hacia los “influencers” también se debe a la percepción de que muchos de ellos promocionan productos sin realmente usarlos o estar convencidos de “los beneficios” que traen consigo. Esto ha llevado a una búsqueda de fuentes confiables y auténticas para obtener recomendaciones.
Las microcomunidades y el contenido auténtico están transformando la forma en que las personas interactúan en las redes sociales, eso es un hecho. Estas tendencias promueven conexiones más significativas y confiables, lo que es esencial en un entorno donde la desconfianza hacia la información generalizada es cada vez mayor.
En este nuevo escenario, las marcas deben ser más transparentes y auténticas en su comunicación. Deben buscar formas de colaborar con usuarios reales para generar contenido que sea creíble y atractivo para su audiencia.
La búsqueda de autenticidad y confianza en las redes sociales es un fenómeno que seguirá creciendo en el futuro. Las personas están dispuestas a invertir tiempo en encontrar fuentes confiables y a participar activamente en comunidades que les brinden valor real.
Reitero: las microcomunidades y el contenido auténtico están revolucionando la forma en que las personas interactúan en las redes sociales en nuestro país; la desconfianza hacia la información generalizada y los “influencers” generó una búsqueda de conexiones significativas y auténticas, lo que transforma la forma en que se comparte y se recibe información.