La explosión de la pipa en Iztapalapa no sólo dejó muertos y heridos sino que nuevamente exhibió cómo una cadena de omisiones puede convertir una vialidad en zona de guerra, con casi una decena de fallecidos y más de 90 lesionados.
La escena ya la conocemos. Una unidad vuelca, provoca una fuga, inicia la ignición, se genera una bola de fuego, viene la onda expansiva, hay decenas de vehículos calcinados. Pasó en plena Calzada Ignacio Zaragoza, cerca del Puente de la Concordia por donde a diario muchísimos poblanos transitan.
La autoridad federal (ASEA) reporta que la pipa no tenía póliza vigente registrada, aunque la empresa Transportadora SILZA dice que sí activó tres pólizas. Alguien miente. Mientras se cruzan comunicados, los familiares hacen guardia fuera de los hospitales.
Para mover gas LP en autotanques existe la normativa NOM-007-SESH-2010 para condiciones de seguridad, operación y mantenimiento; permisos y trazabilidad ante la CRE. Pero si la verificación es trámite y la sanción es simbólica, el papel no apaga incendios.
No necesitamos “aprender” con sangre ajena. Puebla ha cargado con su propio duelo. Por ejemplo en San Martín Texmelucan en aquel trágico 2010 con 30 muertos por tomas clandestinas. Y después San Pablo Xochimehuacán en 2021, por una fuga de gas LP que dejó muertos, decenas de heridos y la colonia devastada.
Lo que urge es que haya operativos permanentes a pipas y plantas, además de pólizas verificables y retiro inmediato de cualquier vehículo que no cumpla. Que haya un mando unificado para emergencias con quemados masivos y simulacros, pero también un padrón de permisionarios en Puebla con estado de cumplimiento y sanciones; nada de expedientes en la sombra.
Lo de Iztapalapa no es mala suerte. Lo que falta es verificación que se note y sanción que duela. Si Puebla quiere evitar otra portada negra, la cultura de la prevención no puede ser eslogan, sino que tiene que ser operativo, público y medible desde hoy.
La ofrenda de Néstor
Este viernes, algunos personajes nacionales de MC podrían pisar suelo poblano; entre ellos Luis Donaldo Colosio y Clemente Castañeda. Se dice que Néstor Camarillo, al viejo estilo corporativo mostrará los cuados que se sumaran al partido naranja. Es decir, parece que se viene la ultima desbandada del tricolor.
