Nadie es monedita de oro para caerle bien a todos y Gerardo Islas lo sabía muy bien. Su carrera política nació bajo la tutela de Rafael Moreno Valle, por allá del año 2009.
Para ese entonces tenía 26 años y en los antros de Puebla construía relaciones publicas, al tiempo que también hacía proselitismo político a favor del panista que buscaba ser candidato a gobernador.
Una vez que se estableció en Puebla el morenovallismo, Gerardo Islas supo colarse entre el círculo más cercano del mandatario.
Fundó el periódico Sexenio y se convirtió en dirigente estatal del Partido Nueva Alianza.
En la minigubernatura de Antonio Gali fue secretario de Desarrollo Social y tras el sismo del 2017 se le señaló de supuestos desvíos de recursos que debieron utilizarse para la reconstrucción.
En medio de las investigaciones, se blindó con el fuero constitucional que le brindó la diputación local siendo coordinador de la bancada del Panal.
Islas Maldonado fue uno de los sobrevivientes políticos tras el accidente aéreo de Rafael Moreno Valle y Martha Erika Alonso aquel 24 de diciembre de 2018, tanto que era el único actor político influyente en la escena nacional dirigiendo a un partido como Fuerza Por México en todo el país.
En aquel entonces, siendo legislador, muchas veces usó la tribuna para acusar a la 4T de haber provocado el accidente donde murieron sus amigos Rafael y Martha Erika; después terminó por apoyar al candidato Miguel Barbosa, quien se convertiría en sucesor de Alonso Hidalgo.
Quizo ser gobernador interino y se metió en la terna que al final ganó Guillermo Pacheco Pulido.
Esa quizá haya sido una de las características del “Gerry” como le decían: era atrevido, rayando en la imprudencia, pero al final lograba salirse con la suya.
También fue socialité, amigo personal de los Basteri (Alejandro y Luis Miguel), del Checo Pérez, se casó con una actriz y en una de sus últimas publicaciones presumió su cercanía con Claudia Sheinbaum. Era un excelente publirrelacionista.
Murió Gerardo Islas a los 39 años. Se dice que fue un infarto el que terminó con su vida en España. Había acudido al Viejo Continente para reunirse con representantes de partidos políticos nacionales, él en calidad de dirigente de un partido nacional en México.
Quienes estaban cerca de él dicen que dormía solo tres horas al día.
Descanse en paz.
Alberto Ruedaalberto.rueda@multimedios.com
