“Escribo este mensaje con mucho dolor, coraje, y apenado con la afición. No lo había hecho antes porque no tenía cabeza para hacerlo. Acepto todas las críticas que puedan tener hacia mí y hacia el equipo” Julio César Domínguez – Defensa Cruz Azul
Cruz Azul pareciera vivir sus últimas horas durante este torneo. Un equipo que se ha vuelto predecible, falto de ideas y que internamente ya se cocina una nueva renovación. Peor cuando hablamos de renovación esperemos que pueda existir una apertura para darse cuenta de que resulta totalmente sano un cambio para aquellas joyas históricas y que han permanecido por varios años en un club.
Si bien es cierto recalcar cuando un jugador resulta leal a los colores con los que debuto o que simplemente ha venido dejando huella tras largos torneos, también es sano que ambas partes puedan pensar en un cambio que los beneficie y que con ello busquen conquistar o aspirar nuevos retos, siendo un ganar-ganar para ambos.
Es invaluable el profesionalismo con los que jugadores históricos o que han permanecido por varios años en este club han brindado partido a partido, pero hoy más que nunca resulta evidente su posición dentro del grupo y que en ocasiones el discurso se desgasta hasta en el interior del vestidor.
La afición desea y requiere un cambio que le de a este club un refresh y permita también que las carreras de estos futbolistas históricos y titulares puedan trascender en otras fronteras. Es innegable que partido a partido son ellos mismos quienes ante la presión de un resultado comenten errores que resultan hasta groseros y que los ponen en total y absoluta evidencia ante una afición que se muestra incondicional a su equipo, pero cansada de estos detalles.
Cruz Azul y este grupo de líderes intocables merecen darse la oportunidad de alejarse un poco, y de probar nuevas latitudes pues el discurso se agoto y no queda más que puedan aportarse el uno al otro. Algunos dejarán una marca histórica, otros varios trofeos en las vitrinas y algunos otros el cariño intacto de una afición, pero lo que no quedará duda es su profesionalismo y el que puedan tomar una decisión valiente que les permita alcanzar otros niveles y refrescar su amor por este deporte.
Esperemos que tanto la directiva como estos mismos jugadores puedan actuar con honestidad para darse esa oportunidad y que el posible nuevo cuerpo técnico que llegue a este equipo o en su defecto la continuidad de Juan Reynoso pueda establecer que su ciclo en este club ha terminado. Cruz Azul y su gente merecen un cambio y que mejor que sea decoroso y con el recuerdo de que estos jugadores dieron todo por este club.
Hasta la próxima…
Por: Alberto Romero Rodríguez
Cuenta; ManchonPenal
@AlbertoRomeroMP