“Héctor Lara, quien es con el que yo hablé de Cruz Azul por el tema de Pol Fernández, también me preguntó lo mismo y yo le dije que nosotros con él no estábamos hablando. Es un grandísimo jugador, pienso que podría jugar con la camiseta del Boca, pero la realidad es esta”.
Juan Román Riquelme
En los últimos días ha crecido la polémica forjada a raíz de la salida de Pol Fernández y su ya renombrada forma de negociar con Boca Juniors su traspaso. Hace un par de días, Juan Román Riquelme en una entrevista a Futbol 360, dio a conocer que Cruz Azul le había preguntado si había interés en Ángel Romero, para lo que dio a entender que de parte de Boca Juniors solo se había platicado en una sola ocasión con el jugador, por lo que en realidad no había un interés real.
Pareciera que Riquelme ha olvidado las “formas” en que su equipo se ha manejado y hoy se tratará de una manera de curarse en salud para justificar la cachetada con guante blanco que de alguna forma el equipo directivo de La Máquina le hizo llegar.
Y es que no es la primera vez que se cuestionan las maneras en que los directivos de Boca Juniors negocian con los jugadores y hoy que recibieron una pequeña cuchara de su propio chocolate pareciera simplemente justificarse para encontrar una salida ante la presión de la afición y la opinión pública.
Habría que preguntarle a Riquelme sobre los detalles de la contratación de Pol Fernández o a su vez la situación que viven los jugadores de su actual plantilla, ante la incertidumbre de continuar en el club y poder negociar con el club que mejor les convenga. Es un hecho que muchos de los tratos que tienen en el club, da a pensar a más de un jugador si es verdaderamente redituable en sus carreras el negociar con este tipo de directivos.
Y es que no son pocos los problemas que se viven alrededor del cuadro Xeneize, en donde tantos jugadores argentinos son seducidos con la promesa de vivir una de sus mejores etapas como futbolistas para después toparse con pared y ver diluidos sus sueños, y para prueba ahí está el caso de Wanchope, joven delantero que ha puesto un ultimátum para definir su situación de manera pública, ya que sus directivos se encontraban ocupados tratando de encontrar a quienes serían su reemplazo y al verse con las manos vacías trataran de obligar al jugador a cumplir con sus “obligaciones”, tal y como lo ha hecho saber Riquelme hace algunas horas.
Así que menudo problema el que vivirán en Boca Juniors después de sus polémicas formas de negociación que ya comienzan a causarles estragos, y que de apoco les comienza a pasar factura. Lo que sí me queda claro es la enorme gestión de los directivos celestes donde demostraron inteligencia y elegancia para devolverle la cacheta al comité directivo de Boca Juniors de una forma sutil, y como decimos en México, con guante blanco.
Hasta la próxima…
Por: Alberto Romero Rodríguez