La política migratoria de Estados Unidos hacia sus vecinos del sur se caracteriza por ser opaca, unilateral y arrogante.
El Departamento de Seguridad Interna (DHS) de Estados Unidos anunció que Guatemala recibirá a los solicitantes de asilo mexicanos, a pesar de que no existe un acuerdo con Guatemala.
La Secretaría de Relaciones Exteriores asumió como un hecho esta medida unilateral que calificó como una “disposición propia de la jurisdicción estadounidense”, mismo argumento que usó para de facto aceptar el programa aplicado a nuestro país conocido como Remain in Mexico, por el cual tenemos más de 50 mil solicitantes de asilo en territorio nacional.
El presidente saliente Jimmy Morales negó ayer que exista un acuerdo con Washington para recibir a mexicanos, mientras que el nuevo mandatario guatemalteco, Alejandro Giammattei, que asumirá el poder el 14 de enero, cuestionó el acuerdo de tercer país seguro con Estados Unidos por no conocer los anexos secretos del documento.
En efecto, los anexos del acuerdo hasta ahora no han sido revelados ni por Estados Unidos ni por Guatemala, en un manejo poco transparente por ambos gobiernos.
Según el DHS, los mexicanos que buscan protección humanitaria en Estados Unidos serán transferidos a Guatemala para buscar su protección ahí.
Se trata de una medida para disuadir a que los mexicanos soliciten asilo en Estados Unidos, pues ha crecido considerablemente el número de solicitudes en los últimos meses. Ahora, más de la mitad de los 21 mil solicitantes que están en listas de espera en la frontera con Estados Unidos son compatriotas, cuando antes eran unos pocos.
Resulta absurdo que el Gobierno de México “trabajará para ofrecer mejores opciones a las y los mexicanos que pudieran ser afectados por esta disposición”, según un comunicado.
¿Cómo podría México ofrecer a nuestros compatriotas mejores opciones cuando la principal razón de solicitar asilo a Estados Unidos es la falta de seguridad?
¿Por qué México acepta que un gobierno extranjero le imponga una responsabilidad propia de sus obligaciones legales nacionales e internacionales, cuando es incapaz de brindar protección a sus ciudadanos y decir que les va a ofrecer mejores opciones?
Los mexicanos solicitan asilo en Estados Unidos porque en su país se sienten inseguros, entre otras razones. Y también se sienten vulnerables los centroamericanos que permanecen en la frontera norte de México en espera del resultado del juicio de asilo.
Ni el gobierno mexicano ni el guatemalteco tienen capacidad suficiente para brindar la protección a los migrantes, pues no la puede brindar a todos sus habitantes en todo su territorio.
Por razones de respeto propio hay que poner un límite a las presiones estadunidenses, pues el principal costo económico, social y moral es asumido por nuestro país, sin que por ello signifique que México cierre las puertas a los migrantes.
México podría aplicar el principio de reciprocidad: si Estados Unidos impide a los propios mexicanos solicitar asilo y los envía a Guatemala, México no tendría por qué ser la sala de espera de los solicitantes de asilo centroamericanos, incluyendo a los guatemaltecos.
No se trata de pelearse con Estados Unidos, pero ¿hasta cuándo seguiremos cediendo a cambio de nada?
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@AGutierrezCanet