La posible reactivación de las operaciones de carga aérea en el Aeropuerto Internacional Benito Juárez de la Ciudad de México (AICM) ha encendido las alertas entre especialistas en:
- Movilidad urbana
- Planeación territorial
- Sostenibilidad
¿Respuesta inmediata tras cancelación de rutas aéreas en AIFA? Así afectaría
Expertos advierten que centralizar nuevamente la carga en la capital implicaría retrocesos en movilidad, salud pública y competitividad logística.
Lo anterior, pese a que esta opción podría verse como una medida de respuesta inmediata frente al reciente conflicto diplomático con Estados Unidos, que derivó en la cancelación de 13 rutas mexicanas por presunto incumplimiento del acuerdo bilateral aéreo firmado en 2015.
Si el flujo aéreo de mercancías vuelve a concentrarse en el AICM, alertan, se incrementarían:
- El ruido
- La contaminación atmosférica
- El tráfico pesado en vías ya saturadas
- Los riesgos de accidentes viales en zonas densamente habitadas
Además, podría frenarse el proceso de consolidación del Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) como nuevo nodo logístico para el centro del país.
“El intento de traer nuevamente la carga al Benito Juárez implicaría varios problemas: restricciones, incremento del ruido —que es una forma de contaminación e incluso de discriminación—, mayor tráfico y riesgos de seguridad vial, sobre todo por el tránsito de vehículos pesados. No es lo óptimo y podría tener consecuencias negativas.” explicó el director para Latinoamérica del Instituto de Políticas para el Transporte y el Desarrollo (ITDP), Bernardo Baranda, a MILENIO.
AICM vs. AIFA
Las cifras oficiales muestran que la transición hacia el AIFA ya está en marcha. De acuerdo con la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC), entre enero y septiembre de 2025:
• AICM movió 184 mil 256 toneladas de carga.
• AIFA movió 292 mil 697 toneladas.
AICM, la puerta principal de logística
Si bien, el AICM mantuvo por décadas el rol de principal puerta logística del país, su infraestructura y entorno urbano están al límite.
La terminal está rodeada por algunas de las colonias más pobladas y vulnerables de la Ciudad de México, donde los efectos ambientales y de movilidad se sienten de manera directa.
AIFA, zona territorial
En contraste, el AIFA se ubica en una zona con mayor disponibilidad territorial y conectividad planificada para transporte terrestre de carga.
Su expansión ha comenzado a atraer empresas logísticas, automotrices y de distribución que buscan acortar tiempos de entrega hacia el centro y norte del país.
“El AIFA ya está consolidándose como aeropuerto clave para carga y vuelos nacionales. Lo más lógico sería fortalecer ese modelo y no retroceder”, sostiene Baranda.
Más tráfico, ruido y contaminación
El transporte de mercancías no sólo ocurre en el aire, implica un flujo constante de tractocamiones y unidades pesadas que distribuyen productos hacia centros industriales, bodegas y puntos de consumo.
Ese movimiento, cuando ocurre dentro de ciudades saturadas, tiene impactos medibles:
1. Contaminación del aire
Los camiones de diésel son una de las principales fuentes de partículas PM2.5, asociadas con enfermedades respiratorias y cardiovasculares.
Reintroducir rutas de carga en el AICM significaría más tráfico pesado en Circuito Interior, Ignacio Zaragoza y Oceanía, zonas ya sobrepasadas.
2. Ruido en zonas habitacionales
Los vuelos de carga suelen programarse durante la noche. Sus niveles de ruido superan los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo que afecta el sueño, eleva el estrés y deteriora la salud cardiovascular.
3. Congestión vial
Sólo en 2025, se han vendido 31 mil 233 tractocamiones de quinta rueda en México, según la Asociación Nacional de Productores de Autobuses, Camiones y Tractocamiones (Anpact).
El regreso de la carga al AICM aumentaría su presencia en vialidades que no están diseñadas para ese volumen.
4. Mayor riesgo de accidentes
Camiones de gran tamaño circulando por calles locales y zonas densamente pobladas incrementan la probabilidad de colisiones, atropellamientos y daños a infraestructura urbana.
“Cuando los camiones de gran tamaño entran a calles no primarias, el impacto urbano y ambiental se multiplica. Los costos sociales pueden ser altos”, reafirma Baranda.
Efectos inmobiliarios
Más allá de la movilidad, existe un impacto directo sobre el mercado inmobiliario.
Las áreas circundantes al AICM, que ya enfrentan presión por contaminación, ruido y falta de espacios verdes, podrían experimentar:
• Disminución del valor de las propiedades
• Desaliento en nuevas inversiones privadas
• Salida de población que puede permitirse reubicarse
• Concentración de vivienda de menor calidad
En mercados urbanos consolidados, el ruido es un factor determinante en la decisión de compra o renta.
Cuando la contaminación auditiva se percibe como permanente e incontrolable, los inmuebles pierden atractivo y valor fiscal, afectando incluso los ingresos municipales.
Para quienes permanecen, las soluciones suelen ser costosas, como instalación de ventanas de doble acristalamiento o tratamientos de aislamiento acústico.
Esto genera una brecha social entre quienes pueden pagar por mitigar el ruido y quienes deben vivir con él.
¿Qué está en juego?
La ''discusión de fondo'' no es únicamente aeroportuaria o comercial, analistas señalan que se trata de cómo las ciudades definen su futuro:
• ¿Centralizar o descentralizar la logística?
• ¿Priorizar la eficiencia de corto plazo o el bienestar urbano a largo plazo?
• ¿Repetir decisiones del pasado o consolidar nuevos polos de desarrollo?
Fortalecer el AIFA permitiría continuar con la transición hacia una distribución territorial más equilibrada, reduciendo presiones sobre la capital y generando oportunidades industriales en la zona norte del Valle de México.
En cambio, regresar la carga al AICM significaría reactivar un modelo que la propia saturación urbana ya había demostrado insostenible.
Aunque el regreso de las operaciones de carga al AICM podría ofrecer una solución temporal en medio del conflicto bilateral con Estados Unidos, como lo son:
- Los costos urbanos
- Costos ambientales y sociales serían significativos.
Las ciudades modernas no sólo dependen de aeropuertos eficientes, sino de la capacidad de integrar infraestructura logística sin sacrificar calidad de vida.
La pregunta no es si el movimiento de mercancías es necesario, sino dónde y cómo debe ocurrir para asegurar un desarrollo equilibrado.
“Existe una inercia positiva alrededor del AIFA. Fortalecerla es lo recomendable. Retroceder podría ser un error urbano de alto costo”, concluye Baranda
KL