Al cumplirse un año de la administración de Claudia Sheinbaum, la reforma a la Ley Aduanera vuelve al centro del debate en el comercio exterior mexicano. Aunque su objetivo es modernizar y transparentar las operaciones, combatir la corrupción y aumentar la recaudación fiscal, la Asociación Mexicana de Agentes de Carga (Amacarga) advierte que, si no se aplica de manera clara y eficiente, generará más trámites y costos para las pequeñas y medianas empresas (Pymes).
La Asociación Mexicana de Agentes de Carga advirtió que, si bien la nueva Ley Aduanera busca modernizar y transparentar las operaciones, su implementación podría generar sobrecostos y retrasos que afectarían la competitividad de las pequeñas y medianas empresas.
Desde la perspectiva de Amacarga, el análisis de la ley y la extensión del plazo para discutir sus modificaciones son pasos positivos, pero es necesario que el proceso no derive en obstáculos que limiten la competitividad del país.
La asociación reitera su disposición para aportar información y recomendaciones que fortalezcan la operación del comercio exterior, garantizando que el marco regulatorio se convierta en una herramienta de desarrollo y no en un freno para las empresas.
Reforma aduanera: entre beneficios y riesgos
De acuerdo con el análisis realizado por Amacarga, la propuesta de reforma a la Ley Aduanera presenta claros beneficios:
- Mayor transparencia y control: La iniciativa incorpora herramientas tecnológicas para fortalecer la supervisión y seguridad de las operaciones.
- Reducción de evasión fiscal: Las medidas buscan evitar prácticas de simulación y mejorar la recaudación.
- Simplificación de procesos: La intención es reducir costos operativos y tiempos en beneficio de las empresas que participan en el comercio internacional.
- Seguridad nacional: Se plantean lineamientos más estrictos en el manejo de mercancías peligrosas o ilegales.
No obstante, Amacarga también identifica riesgos que, de no atenderse, impactarían directamente en el desempeño de los agentes de carga y de las Pymes:
- Mayor responsabilidad para agentes aduanales: La reforma propone que asuman responsabilidad solidaria en la determinación y pago de contribuciones, lo que incrementa costos y tiempos de despacho.
- Complejidad en la digitalización: La modernización de procesos exigirá inversiones fuertes que podrían representar una carga difícil de asumir para las pequeñas y medianas empresas.
- Riesgo de burocracia excesiva: Nuevos requisitos podrían alargar tiempos de espera en las aduanas.
- Competitividad afectada: Las compañías que no logren adaptarse podrían perder terreno frente a competidores más preparados.
Pymes en el centro del debate
Amacarga subraya que la reforma debe considerar el impacto diferenciado en las Pymes, que representan más del 99 por ciento de las unidades económicas del país y son responsables de una parte significativa del comercio exterior.
La introducción de cargas adicionales, como mayores tiempos de respuesta o sanciones desproporcionadas, podría encarecer sus operaciones y limitar su participación en los mercados internacionales.
El organismo insiste en que los ajustes normativos deben ir acompañados de plazos de respuesta más ágiles, procedimientos transparentes y sanciones proporcionales que eviten penalizar con exceso errores administrativos menores.
Uno de los principales puntos de preocupación es el impacto que los cambios podrían tener en los plazos operativos. Actualmente, los retrasos en las aduanas generan costos adicionales de almacenaje, demoras en la cadena de suministro y, en consecuencia, incrementos en el precio final de los productos.
Amacarga considera que la reforma debe atender este problema de manera prioritaria, reduciendo los tiempos y ajustando los costos derivados de revisiones por parte de la autoridad.
Además, resalta la importancia de establecer multas más equilibradas y justas, aplicadas de manera uniforme. Con ello se prevé evitar que sanciones demasiado altas afecten la estabilidad de las empresas por errores pequeños o retrasos mínimos.
Comercio exterior competitivo
Para lograr los objetivos planteados por el gobierno de Sheinbaum, Amacarga sostiene que es fundamental fortalecer la capacitación, el compromiso y la modernización de todos los actores que forman parte del ecosistema de comercio exterior.
Sólo con un marco normativo eficiente, competitivo y moderno será posible reducir costos logísticos, agilizar operaciones y brindar seguridad jurídica a los operadores.
El organismo busca reforzar el papel del gremio en el Código de Comercio y alcanzar la certificación OEA, que permitiría fortalecer la confianza internacional en las operaciones mexicanas.
La asociación reconoce que ninguna ley es definitiva y que toda norma puede perfeccionarse con base en la experiencia y la retroalimentación del sector.
Por ello, se declara dispuesta a colaborar con las autoridades en la construcción de un marco regulatorio que realmente impulse el desarrollo del comercio exterior mexicano.
MRA