El consumo de alcohol en México representa un costo económico cercano al 1.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), ante este impacto, la Red de Acción planteó elevar los impuestos a estas bebidas como una vía para aumentar la recaudación y mitigar sus efectos sociales y financieros.

Una estrategia en pro de la salud
A través del foro '¿Quién paga los daños? Impuestos al alcohol y financiamiento de políticas públicas', el economista fiscal senior de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), Bert Brys, señaló que tres de cada diez hombres adultos reportaron episodios de consumo excesivo de alcohol en el último mes, mientras que cuatro por ciento lo hace de forma semanal.
“El precio de las bebidas alcohólicas en México es bajo, comparado con el promedio de la OCDE, particularmente en el caso de los destilados, que tienen un mayor contenido alcohólico y resultan más dañinos”, afirmó.
También explicó que el fácil acceso a este producto contribuye a una alta prevalencia de muertes y enfermedades, con impactos económicos amplios.

Modelo fiscal alternativo
Brys subrayó que una de las estrategias más efectivas para reducir el consumo podría ser incrementar los precios a través de impuestos específicos y no únicamente ad valorem, pues este esquema favorece la adquisición de productos más baratos y de baja calidad.
Ante este contexto, el economista senior en salud de Vital Strategies, Carlos Guerrero, detalló que los costos del alcohol ascienden a 552 mil millones de pesos anuales, mientras que lo recaudado cubre apenas diez por ciento de ese monto.
Recalcó que los impuestos al alcohol son una herramienta comprobada para reducir el consumo, por lo que estimó que si aumentan diez por ciento el precio de la cerveza, se reduciría su consumo en 12 por ciento, mientras que el de fermentados y licores caería 14 por ciento.
“El consumo de alcohol es un grave problema de salud pública y para la economía familiar. Los impuestos sí funcionan: los mexicanos reducen su consumo cuando aumentan los precios”, expresó.

Además, planteó sustituir el esquema actual ad valorem por un modelo ad quantum, que cobre una cuota fija por cada mililitro de alcohol puro.
Con ello, el consumo en México caería 37 por ciento y la recaudación aumentaría en 32 mil millones de pesos adicionales, alcanzando hasta 105 mil millones.
Finalmente, garantizó que en un horizonte de diez años, se reducirían en 39 por ciento las muertes por cirrosis y en dos por ciento los casos de violencia familiar.

AG