La adopción plena de la identidad digital en México podría impulsar el Producto Interno Bruto (PIB) del país hasta en 4 por ciento, coincidieron especialistas en tecnología y economía digital, sin embargo, también llegaron a una conclusión de que la desinformación y mitos detienen el crecimiento.
“Hay mucha desinformación sobre la biometría. La gente cree que es peligrosa o que no se puede cambiar si te la roban, pero eso es solo parcialmente cierto”, explico Jorge A. Ortiz, de The Common Sense Project junto a Nicolás Hernández, de Cecoban en el panel de Facephi.
El desconocimiento, apuntaron, surge en gran medida de confundir los datos biométricos con vulnerabilidades irreparables, pues los expertos confirmaron que es cierto que pue si bien las huellas digitales, iris o reconocimiento facial son inmutables.
Pero el verdadero riesgo no está en la biometría en sí, sino en cómo se implementa en los diferentes ámbitos ya sea en fintech, créditos, Identificación como el INE, pasaportes o en el caso de la llegada de la curp biométrica.
Detallando la parte de los créditos en fintech, o registros en ellas, no solo se puede hacer con una sola fotografía del usuario, pues este es el principal mito, de que cualquier persona puede hacerse pasar por alguien mas.
“La biometría identifica a una persona, pero por sí sola no garantiza que sea quien dice ser en el momento de la transacción. Por ello, los sistemas modernos combinan esta tecnología con pruebas de vida y otros métodos de verificación”, agregó Hernández.
“Con una foto sola no pueden hacer nada si el sistema exige prueba de vida o verificación adicional” enfatizó.
Los expertos coincidieron que con la tecnología moderna, el usuario puede demostrar sólo lo que se requiere: por ejemplo, confirmar que es mayor de 18 años sin mostrar su fecha de nacimiento ni su dirección.
Otro mito frecuente es que la biometría facilita el uso de datos robados. En realidad, los sistemas incorporan controles que regulan qué información se comparte y con quién y con las pruebas de conocimiento cero, una persona puede demostrar que cumple ciertos requisitos sin revelar datos completos.
Finalmente en los documentos oficiales, como pasaportes y licencias, y su aplicación segura reduce el riesgo de fraude y facilita transacciones digitales confiables. Además, impulsa la economía digital, la inclusión financiera y la eficiencia de servicios como los del sector fintech.
“La biometría no es un problema por ser inmutable; el verdadero reto es que se aplique de manera segura y controlada en cada transacción o servicio digital”, concluyó Ortiz.
MRA