El Paquete Económico 2026, que se entregará el próximo 8 de septiembre, se perfila como un ejercicio de continuidad en la consolidación fiscal iniciada este año y analistas anticipan que, pese a la reducción del déficit en 2025
Requerimientos Financieros
El siguiente año el gobierno buscará llevar los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) hacia un nivel más sostenible, cercano a 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), lo que implicaría nuevos recortes al gasto.
La mayor preocupación es el margen de maniobra cada vez más limitado. Héctor Villarreal, catedrático del Tec de Monterrey, advirtió que entre pensiones y apoyos a Petróleos Mexicanos (Pemex) los recursos disponibles para áreas prioritarias como salud, educación y seguridad son mínimos.
“El espacio fiscal se ha reducido de manera notable: del 47 por ciento en 2014 cayó a 32 por ciento en 2024”, recordó.

Para 2025, el Gobierno Federal proyecta un gasto total de 9.3 billones de pesos.
De esta cifra, el 70 por ciento se destinará a derechos sociales como salud, educación, vivienda, seguridad y alimentación, mientras que el restante 30 por ciento se enfocará en compromisos fijos como deuda, pagos atrasados y participaciones federales.
El costo de los compromisos no programables representa una presión constante; tan sólo en 2025, se prevé 1.7 por ciento del gasto para Adefas (adeudos de ejercicios fiscales anteriores), 1.4 billones de pesos para el costo financiero de la deuda (pagos anticipados y recompra de bono), además de 1.3 billones en participaciones federales para estados y municipios.
Ingresos: petróleo y Estados Unidos, piezas clave
De acuerdo con los Criterios Generales de Política Económica, Estados Unidos crecerá 2.2 por ciento en 2025, con una expansión industrial de 2 por ciento y una inflación de 2.2 por ciento.
Estos indicadores son determinantes para México debido a la fuerte interdependencia comercial entre ambos países.
A la par, el precio internacional del petróleo seguirá siendo decisivo para los ingresos, mientras que el Gobierno Federal estima captar 1.114 billones de pesos en ingresos petroleros, un rubro altamente sensible a la cotización del crudo.
En total, se prevé que 86.6 por ciento del presupuesto (más de 8 billones de pesos) provenga de ingresos propios, mientras que 13.4 por ciento se financiará con deuda; los pilares de la recaudación seguirán siendo el Impuesto Sobre la Renta (ISR) y el Impuesto al Valor Agregado (IVA), este último con proyecciones de crecimiento.
Además, se estiman 1.224 billones de pesos provenientes de organismos y empresas bajo control financiero directo como la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como 374 mil millones por contribuciones, derechos, productos y aprovechamientos.
El gran desafío del presupuesto 2025 será atender las crecientes demandas sociales en un entorno de recursos limitados.
Con pensiones, deuda y Pemex absorbiendo gran parte del gasto, los analistas prevén que los márgenes de acción se reduzcan todavía más.
“Hay un compromiso de consolidación fiscal, pero el espacio para nuevas prioridades es casi inexistente”, advirtió Villarreal.
KL