México ya no solo participa en la integración de Norteamérica: es el eje que articula la manufactura, el comercio y la logística de la región. Con un papel central en el T-MEC y una capacidad instalada que lo hace irremplazable, el país se perfila como el hub logístico y productivo más dinámico del continente.
De acuerdo con Antonio Tejedo, vicepresidente de Relación con Inversionistas de Traxión, el comercio entre México y Estados Unidos es el mercado logístico de mayor crecimiento a nivel global. “El paso natural es la expansión hacia Estados Unidos; hemos operado ahí con éxito y evaluamos nuevas adquisiciones para reforzar nuestra presencia”, explicó.
Nearshoring y nuevas cadenas de valor
La relocalización de industrias —desde la automotriz hasta la textil y de dispositivos médicos— está transformando el mapa industrial. Sectores que habían migrado a Asia en décadas pasadas han regresado, impulsando un crecimiento acelerado en regiones como Bajío, Monterrey, Saltillo y la frontera norte.
“El nearshoring es un cambio de paradigma comparable al TLC en 1994. México es ya el principal proveedor de Norteamérica, y lo seguirá siendo gracias a su ecosistema de manufactura y costos competitivos”, subrayó Tejedo.
La magnitud de esta transformación se refleja en la expansión de parques industriales en Querétaro, Guanajuato, San Luis Potosí y Nuevo León, donde la demanda de espacios logísticos ha alcanzado niveles históricos. Para Traxión, este fenómeno representa una oportunidad de atender nuevas industrias que requieren cadenas de suministro más ágiles, confiables y sostenibles.
Inversión público-privada en infraestructura
El fortalecimiento de los cruces fronterizos ha sido clave para sostener el dinamismo. En el puente Laredo–Nuevo Laredo —que concentra 34% de los cruces anuales— se amplían carriles y accesos, al igual que en Reynosa, Matamoros, Piedras Negras y Nogales. Estas obras responden al crecimiento del comercio transfronterizo, que se espera alcance los 50 mil millones de dólares hacia 2029.
“Cualquier carril, puente o acceso adicional beneficia a todos los actores de la cadena. La logística mexicana ha sabido trabajar con lo que hay, pero cada inversión pública o privada multiplica la competitividad regional”, destacó el vicepresidente de Traxión.
El directivo también enfatizó que los retos no se limitan al transporte: el acceso a energía eléctrica y agua para parques industriales son factores críticos que deben resolverse para sostener la atracción de inversiones. “Son desafíos que requieren coordinación entre autoridades y empresas, pero no han detenido la llegada de proyectos. Al contrario, cada vez más sectores ven en México la plataforma ideal para integrarse a Norteamérica”.
Tecnología y soluciones integradas
El reto no solo está en la infraestructura física, también en la innovación tecnológica. Hoy, los clientes demandan visibilidad en tiempo real, eficiencia y costos optimizados. Para responder, Traxión ha desarrollado una plataforma tecnológica de brokerage que conecta clientes con empresas de carga, replicando modelos de eficiencia consolidados en Estados Unidos.
La compañía es actualmente la única en el sector que cotiza en bolsa, con acceso a capital para crecer orgánicamente y ampliar su huella geográfica. “Nos hemos consolidado como el socio clave en cadenas de suministro, capaces de ofrecer soluciones puerta a puerta que antes requerían a varios proveedores”, puntualizó Tejedo.
Además, el crecimiento del mercado cross border obliga a las empresas a innovar constantemente. De acuerdo con el ejecutivo, en 2025 este segmento alcanzará 38 mil millones de dólares y para 2029 llegará a 50 mil millones, con un crecimiento anual de 8%. “Eso significa más camiones, más bodegas, más operadores y, sobre todo, más tecnología para garantizar la eficiencia que demandan los clientes”.
México, el socio indispensable
Con manufactura consolidada, inversión en infraestructura y empresas que apuestan por tecnología e integración, México se consolida como el hub estratégico de Norteamérica. Para Tejedo, la capacidad instalada en el país —con industrias automotriz, electrónica, médica y textil— es prácticamente imposible de replicar en otro lugar del mundo.
“No hay una sola armadora automotriz importante que no tenga operaciones en México, y cada una ha generado ecosistemas de proveedores difíciles de mover. Eso convierte a México en un socio indispensable para la competitividad de toda la región bajo el marco del T-MEC”, concluyó.
RRR