Pese al desarrollo de fuentes renovables y limpias de energía en el mundo, así como sistemas de almacenamiento para evitar la sobreexplotación, los combustibles fósiles seguirán siendo para 2050 más allá una gran proporción de la matriz energética global, expuso la firma de consultoría estratégica global McKinsey.

De acuerdo a su reporte “Perspectiva energética global 2025”, la demanda por gasolinas probablemente se quedará igual entre 2030 a 2035; pero el gas natural experimentará el mayor crecimiento en su uso, desplazando en muchos casos a los combustibles con mayores emisiones.
“Se espera que los combustibles fósiles pesen aproximadamente de 41 a 55 por ciento del consumo energético mundial para 2050. Si bien esto representa una disminución respecto al 64 por ciento actual, es mayor que nuestras proyecciones anteriores para 2050”, explicó la consultora.
Incluso destacaron que el gas natural probablemente también proporcionará energía estable y despachable para complementar las energías renovables.
“Puede ser de bajas emisiones si se combina con la captura, almacenamiento y almacenamiento de carbono (...) Este suministro rentable ha llevado cada vez más a las partes interesadas a considerar el gas como un combustible de destino que formará parte a largo plazo del sistema energético”, refirió.
Por otro lado, destacaron que la energía nuclear también resurge como una fuente firme y sin emisiones, tras la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2024, en ese mismo año 31 países firmaron el compromiso de triplicar su capacidad nuclear hacia el 2050.

McKinsey subraya que los reactores modulares pequeños (SMR) podrían impulsar esta expansión gracias a su menor costo y construcción más rápida.
Data centers, los que acelerarán demanda energética

Respecto a las regiones del mundo, en Norteamérica se espera que los centros de datos sean el mayor impulsor de la demanda de electricidad, aunque consideran que el desarrollo será igual en el mundo.
“Se proyecta que la demanda de energía en China, así como en Europa y América del Norte, se mantendrá prácticamente estable hasta 2050 (...) La demanda total de energía se mantiene prácticamente sin crecimiento, con los avances tecnológicos compensando los ahorros por eficiencia”, se describe en el reporte.
También destacaron que Oriente Medio y América del Norte cuentan con gas abundante y de bajo costo, lo que será un factor importante en los esfuerzos por alcanzar cero emisiones netas para 2050.
“Incluso a medida que la generación baja en carbono aumenta con el tiempo, es probable que algo de gas permanezca en el sistema en estas regiones”, expuso.
AG