La calificadora Fitch Ratings modificó su perspectiva respecto al sector automotriz global este 2025, el cual pasó de “neutral” a “deterioro”, debido a los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, (un arancel del 25 por ciento sobre vehículos y autopartes importadas).
De acuerdo con el informe de la calificadora, los nuevos impuestos aplicados desde el pasado 26 de marzo afectarán directamente a fabricantes que exportan a Estados Unidos desde países como México, Canadá, Japón, Corea del Sur y Alemania, provocando un aumento en los costos de producción, recortes en ventas y una caída en los márgenes de ganancia.
“Es probable que estos aranceles provoquen recortes en la producción y un aumento de los costos, lo que podría llevar la rentabilidad y los márgenes de flujo de caja libre (FCF) de los emisores por debajo de sus sensibilidades de calificación a corto plazo”, destaca el reporte.
Además, Fitch redujo sus supuestos de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) para Estados Unidos, en 0.4 puntos porcentuales en marzo y otros 0.5 puntos porcentuales actualmente, al igual que el supuesto de ventas de vehículos ligeros para el 2025, bajando la cifra de 16.3 millones a 15.2 millones de unidades y en Europa, la previsión se ajustó de 13 millones a 12.5 millones de unidades.
Proveedores bajo presión
Según Fitch, los proveedores no quedan exentos, pues además del aumento de costos, existen riesgos de retrasos e interrupciones en la cadena de suministro que afecten a la fabricación de automóviles en Estados Unidos.
Sin embargo, esto se ve mitigado temporalmente por el retraso en la aplicación de aranceles a las autopartes que cumplen con el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC ).
“Estimamos que aproximadamente 60 por ciento de las autopartes cumplen con el T-MEC, muchos proveedores intentarán trasladar los costos arancelarios a los fabricantes de automóviles, quienes deberán absorber la mayor parte de ellos mediante aumentos de precios”, refiere el comunicado.
No obstante, las incertidumbres relacionadas con los aranceles pueden llevar a fluctuaciones en los volúmenes de producción, lo que podría afectar negativamente los flujos de efectivo de los proveedores que dependen de los fabricantes de automóviles.

DOA