Tesla anunció sus planes de construir una fábrica en Shanghái para producir su sistema de almacenamiento de energía Megapack, en un momento en que su director ejecutivo, Elon Musk, se resiste a la creciente oposición en Washington a que las compañías estadunidenses de tecnología inviertan en China.
El sistema Megapack de Tesla proporciona paquetes de baterías de iones de litio para ayudar a almacenar energía renovable para las redes eléctricas y representa un motor clave para su negocio de almacenamiento y generación de energía.
El fabricante de vehículos eléctricos señaló en una ceremonia de firma en la ciudad china, que la construcción de su nueva planta está planeada para el tercer trimestre de este año, con la producción programada para comenzar en el segundo cuarto de 2024.
Tesla espera que la fábrica produzca alrededor de 10 mil unidades Megapack al año —equivalentes a 40 gigavatios hora de almacenamiento de energía— lo que refleja la decisión de Musk de aumentar su compromiso con China justo cuando su negocio automotriz lucha por defenderse de la creciente competencia de sus rivales chinos.
Se espera que Estados Unidos pronto ponga a prueba un nuevo mecanismo de evaluación de las inversiones en China. El requisito será uno de los elementos de un amplio conjunto de nuevas políticas del presidente Joe Biden que tiene como objetivo impulsar la fabricación estadunidense y reducir la dependencia que tiene EU con China.
Musk ya se había comprometido a ampliar el negocio de almacenamiento de energía para estar a la par con la operación de fabricación de automóviles de la firma.
La nueva inversión en China se produce en un momento tenso para la relación de Musk con los clientes del mercado de consumo más grande del mundo, así como con el Partido Comunista Chino del presidente Xi Jinping.
En medio de las tensiones entre China y Occidente, así como de las preocupaciones por la disrupción de la cadena de suministro, algunas firmas utilizan cada vez más bases de fabricación en China para el mercado local, en lugar de para la exportación.
Tesla señaló que los productos fabricados en su nueva planta se venderán a escala global.
La primera fábrica de Tesla en Shanghái, que se inauguró en 2019, produjo casi 90 mil unidades en febrero, de acuerdo con la Asociación de Automóviles de Pasajeros de China, y puede fabrica alrededor de 1.1 millones de unidades al año.
A pesar del éxito en China, el aumento de los competidores nacionales de híbridos enchufables y de vehículos eléctricos, incluido BYD, respaldado por Warren Buffett, hizo que Tesla pierda participación de mercado.
Aunque se atribuye a Musk un papel clave en la puesta en marcha de la cadena de suministro de vehículos eléctricos, el emprendedor del sector de tecnología se ha enfrentado al escrutinio de algunos sectores de la seguridad nacional de Pekín, preocupados por su empresa de cohetes y satélites comerciales SpaceX.
Al parecer, Musk quiere asociarse con la compañía china de baterías Contemporary Amperex Technology para llegar a Texas, lo que puede ayudar al proveedor de Tesla a posicionarse en el mercado estadunidense.
